"Las tiendas Unide dan precios de ciudad en zonas rurales"

Mayte Rodríguez
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Carlos Jiménez Contreras, nuevo presidente de la cooperativa Unide

"Las tiendas Unide dan precios de ciudad en zonas rurales" - Foto: Isabel García

Carlos Jiménez Contreras (Gavilanes, 1965) acaba de ser elegido presidente de la cooperativa Unide, que cuenta con 795 socios con un capital de algo más de 3,5 millones de euros, 1.250 tiendas y 13 Cash&Carry repartidas por 25 provincias españolas, entre ellas Ávila. Llevar las riendas de una cooperativa con 89 años de  trayectoria es para él «un orgullo y una responsabilidad enorme» porque está convencido de que su «gran pasado» va a tener continuidad en un «futuro esplendoroso, pero hay que ejecutarlo», destaca. Con su reciente llegada a la presidencia de Unide, la cooperativa vuelve de  algún modo a sus orígenes abulenses, ya que su creador y primer presidente fue Gregorio Sánchez, nacido en Marlín en 1914 y al que Carlos Jiménez considera «un adelantado a su época». Es entonces cuando nos cuenta que el fundador de Unide  emigró a Madrid, empezó trabajando en un pequeño como aprendiz y en los años 60 del pasado siglo fundó GRUMA (Grupos Madrileños de Abastecimiento) «con el ideario de juntar a los pequeños comerciantes para que juntos pudieran comprar en mejores condiciones y obtener un margen que les diera una vida digna porque juntos sí podían influir en los precios», narra. Aquella idea acabó evolucionando y convirtiéndose en «una empresa muy sólida que en 1993 se fusionó con siete cooperativas a nivel nacional y así nació UNIDE», explica su actual presidente, que está muy orgulloso de continuar «con el legado que inició otro abulense».

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza sobre Ávila?
Ávila tiene un problema de despoblación importantísimo, las autoridades no están atendiendo esta sangría. Una provincia se empobrece a medida que desaparece su población y por eso evitar la despoblación debe ser una prioridad. Es la primera idea que me viene a la cabeza: estamos abandonados.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?
Todo. Yo soy abulense, estoy orgulloso de haber nacido aquí, de ser de aquí. Llevo mi tierra siempre conmigo, por eso no puedo decir que me guste una cosa más que otra porque me gusta todo. Creo que ya digo bastante.

¿Y lo que menos le gusta?
Las trabas burocráticas que se nos ponen a los empresarios para emprender. Queremos emprender, pero es muy difícil hacerlo tanto en los pueblos como en la capital porque, pese a la pérdida de población, no nos sentimos bien tratados. Cuando un empresario decide montar un negocio pequeño o grande en esta provincia todo el aparato administrativo debería ponerse a su servicio. Muchas veces no queremos ni que nos ayuden, solo que no nos pongan trabas, con eso nos damos por satisfechos.

Un lugar para perderse.
Gavilanes, mi pueblo.

Un recuerdo de la infancia.
El paraje del Chorro, en Gavilanes, con su verdor y su garganta.  

Un personaje abulense que le haya marcado.
Lo tengo claro: profesionalmente, Gregorio Sánchez, natural de Marlín, que fue un adelantado a su época. Él no tenía estudios universitarios y logró hacer un imperio con una idea motriz. Fue un visionario.

El mayor cambio que necesita Ávila es 
Un impulso, nervio, fuerza, no asistir a su lento languidecimiento. Necesita el empuje para que esta provincia cambie la tendencia, no ir muriendo lentamente en agonía. Necesitamos un revulsivo que permita generar empleo y afianzar la población aquí, no se nos pueden seguir yendo abulenses. Mientras las autoridades no pongan esto en primer plano de sus prioridades, la provincia de Ávila irá muriendo. 

¿Qué tiene que mantener Ávila?
Su encanto, su manera de ser, su gente, su amabilidad, eso no puede perderse. El ser abulense es una impronta, una manera de ser y esa nunca se puede perder, pero la  podemos seguir manteniendo teniendo trabajo. No es incompatible seguir siendo como somos y tener actividad económica. 

¿Qué le parece Ávila hoy?
Ávila está hoy en las mismas circunstancias que antes, pero agravadas por la pandemia. El problema es que cuando desaparezcan los efectos de la pandemia Ávila seguirá con su mismo ritmo de decadencia porque el Covid-19 será algo coyuntural en la historia.  

¿Cómo ve Ávila en el futuro?
Ávila será lo que los abulenses queramos. Si queremos influir en el devenir de nuestra provincia, lo tendremos que hacer, nadie va a venir a hacérnoslo. Si Ávila quiere insuflar gasolina, pegar un cambio, los abulenses lo tenemos en nuestra mano, somos nosotros dueños de nuestro destino. Pero tenemos que trabajar por ello.

¿Qué puede aportar usted a Ávila?
A la provincia de Á vila le aporto una empresa que creé y que genera puestos de trabajo, me gustaría seguir creciendo en la provincia a nivel personal. Estoy seguro de que Unide va a seguir creciendo en la provincia de Ávila y yo quiero influir positivamente aquí, poner mi granito de arena para que Ávila sea mejor en el futuro. En todo lo que pueda yo estaré con Ávila. 

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