Por qué nos cuesta ir al psicólogo

María Jesús Álava (Psicóloga)
-

A muchas personas les cuesta dar el paso para acudir a la consulta, pese a los altos datos de enfermedad mental que hay en la sociedad

Este mes de octubre se ha celebrado el Día Mundial de la Salud Mental, unas alteraciones muy discapacitantes a la par que tabú en la sociedad. Según el informe editado por Acierto.com, la OMS estima que 700 millones de personas en todo el mundo sufren este tipo de enfermedades y se evidencia en que el consumo de fármacos como ansiolíticos, antidepresivos o tranquilizantes sigue aumentando a una velocidad vertiginosa.

En España, según la Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, se calcula que entre el 2,5 y el tres por ciento de la población tiene un problema de salud mental grave, como esquizofrenia o el trastorno bipolar. Pero aún es más impactante saber que cerca de nueve millones (un 15 por ciento) presenta en algún momento de sus vidas un problema como ansiedad o depresión.

Las consultas de psicología están llenas de personas que vienen por situaciones que les afectan en su día a día: problemas de pareja, de comunicación, dificultades en el trabajo, preocupaciones con los hijos, temas se inseguridad, cómo actuar con las personas difíciles, cómo vencer los miedos y temores, cómo manejar y resolver las crisis de ansiedad, el estrés, las depresiones, las situaciones difíciles, la muerte de un ser querido, las adicciones, los problemas sexuales, los trastornos del sueño, cómo hacer frente a la menopausia o a la jubilación…

A pesar de todo, según el mismo estudio, el 60 por ciento de los ciudadanos nunca se ha planteado ir al psicólogo. El 22,5 por ciento reconoce que ya ha ido alguna vez y otro 18 por ciento asume que se lo está planteando.

Esa resistencia contrasta con el  interés que suscitan los libros de psicología o los programas que tratan sobre la salud y el bienestar emocional.

Si los libros de psicología se han convertido en auténticos best seller, que llegan a millones de personas, está claro que algo está cambiando.

Las principales demandas:

Básicamente lo que nos piden los pacientes es:

- Ayuda para ser felices, poder sacar lo mejor de sí mismos, liberarse de tanta presión, ansiedad, inseguridad e insatisfacción.

- Que les demos los recursos y las claves que les permitan ser dueños de sus propias vidas, de sus emociones y de sus sentimientos.

Los psicólogos nos hemos convertido en entrenadores, que ayudamos a las personas a potenciar al máximo sus cualidades, habilidades y competencias, a la par que mitigamos sus déficits y defectos.

Qué esperar del especialista:

A modo de resumen, a través de la psicología podemos:

- Aprender a conocernos mejor.

- Aprender a entender a las personas que nos rodean.

- Encontrar explicaciones a conductas dispares.

- Conseguir que actuemos desde la lógica y el razonamiento, desde la no exigencia de imposibles, desde la comprensión y la flexibilidad que da el conocimiento de uno mismo.

- Cambiar hábitos perjudiciales para nuestra salud física y emocional por hábitos saludables que nos permitan vivir con salud y alegría, sacando lo mejor que llevamos.

- Recuperar la esperanza en nosotros y en las personas que nos rodean; la esperanza en el ser humano, en la capacidad que tenemos para hacer frente a los acontecimientos del día a día.

- Anticiparnos a las dificultades. 

Hoy la psicología cada vez desarrolla más programas de prevención, iniciativas potentes y eficaces que nos permiten enfrentarnos con optimismo a las enfermedades del siglo XXI.