El Pleno de presupuestos cumple el guión previsto

L.C.S
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XAV y Cs por un lado, y PP y PSOE por otro, no se movieron de sus posiciones iniciales y las cuentas salieron adelante tal y como se presentaron el 25 de febrero

El Pleno de presupuestos cumple el guión previsto - Foto: David Castro

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ávila, formado por los once concejales de Por Ávila y los dos de Ciudadanos, presentó el pasado 25 de febrero en el palacio de Los Verdugo su proyecto de presupuestos para el presente año. Allí, la teniente de alcalde de Hacienda, Ángela García Almeida, explicaba que las cuentas municipales alcanzaban una cifra de 67,3 millones de euros, de los que 6,3 correspondían a inversiones contempladas en el ejercicio anterior que no se ejecutaron por los problemas derivados de la pandemia. Los 61 millones que quedan suponían 3 millones menos que lo presupuestado en 2020, un presupuesto que el equipo de gobierno decidió prorrogar hasta tener todos los elementos con los que poder elaborar las nuevas cuentas que se hacían públicas  a finales de febrero.

Treinta y cuatro días después de su presentación oficial, esos mismos presupuestos, sin que ninguna partida se haya incrementado o disminuido, fueron aprobados por el Pleno del Ayuntamiento de Ávila con 13 votos a favor (11 de XAV + 2 de CS) y 12 en contra (6 del PP + 6 del PSOE). Ahora se abre el periodo de exposición pública y de presentación de alegaciones, con un plazo de 15 días, de tal manera que si no las hubiera, será a mediados de este mes cuando entren en vigor y, si las hubiera, su aplicación podría retrasarse incluso hasta primeros de mayo.

Es periodo desde su presentación hasta su debate en el Pleno, bien pudiera haberse evitado y de esta manera haber ganado un mes  en contar con el nuevo presupuesto, toda vez que el equipo de gobierno no aprobó ninguna de las enmiendas presentadas por la oposición y el documento que se aprobó en el último mes de marzo fue el mismo que se presentó a finales de febrero.

Ni las dos formaciones del equipo de gobierno ni las dos de la oposición variaron sus posturas durante el debate presupuestarios, que no hizo otra cosa que ahondar en las profundas diferencias que en este y otros campos hay ahora mismo entre los dos bloques del Ayuntamiento, distancias que se han ido abriendo a medida que avanzaba el mandato y que, en su ecuador, parecen dificílmente reconducibles. A la espera de la llegada de proyectos de importante calado que sería deseable que contaran con el mayor apoyo posible entre las cuatro fuerzas políticas municipales, en estos momentos, lo que se trasluce al menos de puertas para afuera es que la desconfianza mutua entre esos dos bloques es más que patente, y puede que irreconciliable.

El Pleno no deparó ninguna sorpresa. Todos los intervinientes se ciñeron al guión que traían establecido desde hacía varias semanas y no hubo resquicio alguno a que apareciera un consenso que en mayor o menor medida otorgara a los presupuestos un carácter más  general, más allá de lo que han planteado tanto Por Ávila como Ciudadanos.

Comenzó la defensa de las cuentas la teniente de alcalde de Hacienda, Ángela García Almeida, que en su primera exposición incidió en los calificativos que ha venido utilizando para referirse a estos presupuestos, «realistas», «inversores» o «sociales». Más o menos todo estaba explicado desde hacía tiempo sobre el origen y destino de los 67,3 millones de euros que manejará el Ayuntamiento abulense hasta el final de año, y de ahí que García Almeida se limitará a una explicación concreta y técnica, abundando, eso sí, en que «por primera vez en mucho tiempo el remanente de tesorería no se utilizará para pagar facturas o sentencias de otros años» lo que, a su juicio, otorga un «equilibrio a las cuentas del Ayuntamiento», algo que ha echado en falta en otros ejercicios cuando los que dirigían ese área tenían otro signo político.

«Es un presupuesto para dar respuesta a las necesidades de los abulenses», destacó su principal responsable, y también «inversor, que refuerza los servicios sociales» y que permitirá «no aumentar la deuda, si no mantenerla» porque «se pide un préstamo por el mismo importe en el que se amortizará esa deuda».

Convertir al Ayuntamiento en el «motor económico»de la ciudad y que «por primera vez en el Ayuntamiento de Ávila» haya «equilibrio en las cuentas» fueron otras notas del presupuesto que García Almeida quiso destacar.

El portavoz de su partido, José Ramón Budiño, añadió en su primer turno de palabra el hecho de que «con este presupuesto hay capacidad real para invertir» desde el Consistorio abulense que «no va a  gastar más de sus posibilidades» y  animó a su compañera asegurando que «las ofensas e insultos de la oposición dicen que vamos por la dirección correcta» y lamentando, dirigiéndose a PP y PSOE que sea «muy difícil tender puentes con ustedes, y lo lamentamos».

También glosó las bondades del presupuesto el portavoz de Ciudadanos, Carlos López, quien no escatimó elogios ni a estas cuentas ni al trabajo del equipo de gobierno del que él forma parte, afirmando que «Por Ávila y Ciudadanos han sido el revulsivo que esta ciudad necesitaba» con «una labor de la que se empiezan a ver grandes resultados», y que es «símbolo de la unidad de dos fuerzas políticas que trabajan con altura de miras por encima de los intereses partidistas».

El último en defender este presupuesto fue, tras la votación que lo aprobaba, el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, que tiene claro que es «un presupuestos bueno para los abulenses y para nuestra ciudad» porque «ayuda a estabilizar al Ayuntamiento, que tiene una situación económica muy difícil».

oposición. Nada que ver con lo anteriormente expuesto fueron las valoraciones que Partido Popular y PSOE hicieron tanto del presupuestos debatido como de las formas para su elaboración y aprobación.

Para la portavoz del PP, Sonsoles Sánchez-Reyes, es censurable que «por primera vez en mucho tiempo los presupuestos se aprueben sin tener en cuentan ninguna de las cerca de 70 enmiendas presentadas por la oposición», que representan a «13.000 abulenses, que no se ven reflejados en estos presupuestos».

Para Sánchez-Reyes «la política de vuelo gallináceo del equipo de gobierno quiere a una oposición palmera», pero aseguró que ahí a su grupo no le iban a encontrar, empeñado en denunciar lo que considera como situación de «parálisis, inacción, desidia y falta de ideas propias» con las que se están desenvolviendo XAV y Cs «que miran para otro lado como si no hubiera crisis», hecho que se demuestra «con un presupuestos que llega mal, tarde, y que no van a servir de revulsivo para Ávila».

La portavoz del PP recordó al de Cs, que había calificado a los presupuestos de años anteriores como «ficticios», que «esos presupuestos los apoyó otros años su partido, incluyendo a la señora Martín, que hoy es concejala».

Por su parte, Yolanda Vázquez, portavoz municipal del PSOE, comenzó su intervención lamentando que «el Pleno más importante del año se ha convertido en un trámite formal en el que no va a haber ningún debate productivo». Después de afear el hecho de que se estén debatiendo los presupuestos el 31 de marzo «lo que es un incumplimiento de la fecha prevista legalmente», criticó que «esa falta de previsión y demora del equipo de gobierno va a perjudicar a la ciudad en un momento en el que se necesita todo lo contrario».

Vázquez aseguró que «el 40% del presupuesto de 2020 se quedó sin ejecutar» por lo que «la gestión económica del equipo de gobierno, siendo muy generosos, se puede calificar de mala», sintiendo que «no nos aceptaran ninguna enmienda, que lo único que pretendían era mejorar esas cuentas», comentando que «no hay ninguna justificación para no haber aceptado ninguna de nuestras propuestas».

Además de denunciar «errores de bulto en la bases de ejecución» de los presupuestos, la portavoz del PSOE considera que «es de tener muy poca vergüenza traer todo lo que no han ejecutado en el año 2020».