La sala de exposiciones de la Biblioteca Pública de Ávila, dependiente de la Junta de Castilla y León, acoge desde este lunes la exposición fotográfica ‘Reflejarte: Ávila emociona’, una colección de instantáneas que han sido realizadas por los alumnos del Centro de Educación Especial ‘Príncipe Don Juan’ de Ávila.

Esta actividad forma parte del programa ‘Educación responsable’, llevado a cabo por el colegio en este curso y desarrollado por la Fundación Botín en colaboración con la Consejería de Educación de la Junta para los centros no universitarios una iniciativa que apuesta por la inclusión plena de sus protagonistas.

En total son cuarenta  las fotografías seleccionadas por los propios alumnos para esta exposición, imágenes que fueron tomadas por ellos en una visita que hicieron a la capital y que aprovecharon para inmortalizarla con sus cámaras desde sus propias perspectivas, no muy diferentes de las que pueden captar otros fotógrafos, profesionales o aficionados, pero sí dotadas de una significación especial por la riqueza propia que guardan y comparten.

Para tomar esas imágenes ahora expuestas en la pequeña sala de exposiciones de la Biblioteca, los alumnos del CEE ‘Príncipe Don Juan’ se fijaron especialmente en los monumentos de la capital, pero también les llamaron mucho la atención, y por eso fueron modelo para sus obras, los paisajes que rodean la ciudad, el río y otros puntos de interés. Las vistas generales comparten espacio, a todo color, con detalles de la ciudad que estos fotógrafos han sabido captar para resaltar algunos aspectos de su personalidad o monumentalidad que a veces pueden pasar desapercibidos. 

El objetivo de esta iniciativa, que antes de ser la exposición que puede visitarse en la Biblioteca de la Junta fue un «museo fotográfico» en el propio centro, es «promover la mejora de la identificación y comprensión de las emociones de los alumnos, mejorar las habilidades emocionales y las conductas prosociales». En definitiva, se explica en las bases de esta iniciativa, el proyecto ahora compartido con la ciudadanía abulense «propicia el progreso en la educación emocional, social e intelectual de nuestros alumnos, su creatividad y una continua formación de todos los profesionales del colegio».

Mercedes Jiménez, directora del centro, explicó que esta iniciativa ha servido para que los alumnos «vivenciaran y experimentaran lo que están aprendiendo para así interiorizarlo mejor y seguir progresando».

El resultado, añadió, «ha sido muy satisfactorio para todos, especialmente para los alumnos», porque «les ha ayudado a trabajar muchos contenidos y conceptos de forma globalizada», todo ello cumpliendo dos de los «principales fines que tenemos en el centro: la inclusión de los alumnos en su espacio más cercano, y el aprendizaje e identificación de emociones y habilidades que les ayuden a una mejor convivencia y a la resolución de conflictos».