La hostelería para, pero no calla

I.Camarero Jiménez
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Un centenar muy largo de profesionales hosteleros se echaron a la calle para pedir ayudas directas o la extensión de los Ertes que recogieron en un manifiesto que entregaron en Subdelegación y Ayuntamiento

La hostelería para, pero no calla - Foto: David Castro

No es  la hostelería el único sector que está en la cuerda floja debido a la dureza de la crisis sanitaria, pero en Castilla y León y en muchas otras Comunidades las autoridades competentes han decidido que debían bajar la persiana o les han aplicado un toque de queda casi incompatible con el hecho de lograr unos ingresos que les permitan sobrevivir y ante ello este jueves los hosteleros abuleses se han echado a la calle para hacer sus reivindicaciones y también reivindicarse.  

Un centenar de profesionales de la hostelería acudieron a las 12 horas a entregar un manifiesto con las demandas que estiman necesarias para el sector: lo hicieron primero en la Subdelegación de Gobierno y después ante el Ayuntamiento. Tranquilos, organizados, guardando distancias pero haciendo mucho ruido, ruido incansable con sartenes, cacerolas, pinzas... esos instrumentos que de momento han tenido que dejar arrinconados porque en muchos casos no van a poder utilizarlos en un tiempo, en otros, no tanto, porque se han reconvertido para poder hacer ‘delivery’, comida o cafés para llevar y que va calando entre un público abulense al que el presidente de la Federación de Hostelería de Ávila, Víctor Gómez quería agradecer su respaldo. ‘Ávila es la caña’ decía uno de los carteles, ‘No la dejéis morir’ terminaba la frase. Pero las cosas se están poniendo difíciles y prácticamente «cada día cierra un negocio» explicaba el presidente de los hosteleros. ¿Qué es lo que quieren? Pues nada nuevo porque no es la primera vez que en esta crisis se echan a la calle para solicitar muchas cosas pero lo primero «ayudas directas» porque si no pueden abrir sus negocios no pueden facturar y desde luego el dinero no les alcanzará para pagar impuestos (demandas en ese sentido también había) pero sobre todo no van a poder mantener al personal porque «cuando abramos todos sabemos que no vamos a estar al 100%». Difícil así mantener una plantilla durante el tiempo que exige la aplicación de los Ertes, medida que también pedían que se flexibilizara y es que ya está habiendo profesionales que devuelven las ayudas para poder despedir porque la situación es insostenible.

En cualquier caso el paso que han dado este jueves con su salida a la calle y la entrega de manifiestos en la Subdelegación del Gobierno y en el Ayuntamiento de la capital saben que todavía no es un paso adelante, pero es una acción más para conseguir disminuir sus perjuicios en esta crisis sanitaria.

La hostelería para, pero no callaLa hostelería para, pero no callaCon proclamas de ‘Queremos trabajar’, la consabida ‘Sin hostelería, Ávila se muere’, la nueva incorporación de ‘Avila es la caña, no la dejes morir’ estuvieron este largo de centenar de profesionales clamando por que se les eche una mano, pues además es un sector que sirve para dar de comer a muchas familias y que, si el negocio se va a pique,no lo van a pasar nada bien.

Las ayudas sociales se van a incrementar, no van a poder pagar impuestos, ni mantener a los trabajadores, y la caída afectará, apuntaba Gómez a otros sectores como el comercio pues «vamos de la mano» y qué decir del pago de los alquileres muchos negocios en Ávila están alquilados, no son en propiedad y los dueños de esos inmuebles recordaba el presidente de los hosteleros también quieren que se les pague, así que por esa vía también iban las peticiones, en el paquete de ayudas que dejaron sobre la mesa. Primero lo hicieron ante el titular de la Subdelegación del Gobierno al que Gómez agradeció el trato educado dispensado, además puso en conocimiento de los medios que incluso les había animado a seguir movilizándose y también que se había comprometido a hacer llegar al Gobierno sus peticiones. Mientras Gómez y Arturo Barral, el subdelegado, mantenían la reunión el resto de hosteleros hacía ruido, mucho e incesante con gritos y como decíamos con sus útiles de cocina a modo de percusión. También con barriles vacíos «vacíos como nuestros negocios» gritaban los hosteleros, hundidos en cierto modo y «unidos» en la adversidad. Unión pedían porque juntos son más fuertes y senecesita fuerza porque hay negocios que ya han cerrado, «hoteles sobretodo» decía Gómez y algunos sin fecha de apertura o para siempre y es que Ávila vive del turismo, la hostelería especialmente, de ahí que pidieran una estrategia para uno y otro. 

La hostelería para, pero no calla
La hostelería para, pero no calla - Foto: David Castro
Tras salir de la Subdelegación se encaminaron al Ayuntamiento al que también transmitieron sus necesidades en unos tiempos sin duda difíciles para todos.