'Miradas' conciencia a los niños sobre arte y discapacidad

M. Lumbreras
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El Museo de Ávila acogió un taller infantil en la mañana del sábado

'Miradas' conciencia a los niños sobre arte y discapacidad - Foto: Isabel García

El Museo de Ávila acogió en la mañana del sábado el taller infantil ‘Miradas’, cuyo objetivo era mostrarles a los niños que las discapacidades físicas no son un impedimento a la hora de realizar una obra artística, así como el trabajo que hay detrás de esta labor en personas con problemas como la ceguera.

El taller surge a raíz de la exposición ‘El mundo fluye. Dos miradas sobre una misma realidad’, que podrá verse en las salas del museo hasta el próximo día 8 de noviembre. Se trata de una muestra de la Fundación ONCE de una serie de obras realizadas por artistas con discapacidad. De ahí el taller.

«El curso ha comenzado con una visita a la exposición», comenta José AntonioGil, trabajador del departamento didáctico del Museo de Ávila, organizador del taller. «La idea es concienciar a los niños sobre la existencia de artistas con discapacidad y que ellos elaboren una obra propia poniéndose en su lugar», explica Gil, entre el barullo de una sala repleta de niños con pinceles –armas en sus manos– y de padres que hacían las veces de ayudantes.

Y es que, para ponerse en el lugar de los artistas discapacitados, los niños tenían tres opciones: podían vendarse los ojos y pintar a ciegas; podían vendarse la boca y comunicarse con sus ayudantes –los padres– únicamente con gestos; y, por último, tenían la opción de atarse una de las manos, para comprobar la dificultad de solo disponer de una.

La temática de las obras era libre como la imaginación de los chavales. Todos ellos disponían de una cartulina de tamaño DIN A 3 y de diferentes materiales, como pinturas, témperas, telas, abalorios o lana. La combinación de materiales –«la idea es que hagan collages» comenta Gil– daba lugar a juegos curiosos: una niña dibujaba a una mujer, mientras su madre recortaba un vestido en tela que luego pegarían sobre su cuerpo. Otro niño dibujó un perro con témperas, recubriéndolo de pelo lanosos. Y así todas las obras de los 15 niños participantes –el taller completo–, con las que después se hará un mural que «posiblemente» se exponga en el Museo.