Era una jornada para vivirla mirando hacia lo positivo pero también hacia un compromiso del que todos podemos ser parte. El Día de los Imparables contra la Leucemia llegó por segundo año a Ávila y lo hizo con una propuesta llena de actividades que tenían tras de sí ese poso de solidaridad que tanto hace falta.

Zumba (a pesar del sol), cuentacuentos, espectáculo de magia y música en directo son las actividades propuestas para este desde el Mercado Grande para los abulenses. Se hace con la Fundación Josep Carreras contra la Leucemia, que ya lleva más de tres décadas del trabajo impulsando proyectos en beneficio de los pacientes y la ciencia.

La coordinadora de los voluntarios en Ávila, Elena de San Sebastián, explicaba que el objetivo de este tipo de citas, que se llevan a cabo en toda España, es recaudar dinero para la labora de la fundación pero también dar a conocer las enfermedades relacionadas con la sangre. Y como base de todo ello, también promover que la gente se haga donante de médula puesto que en muchos casos no saben lo que esto puede suponer. Desde la experiencia vivida en su entorno, la propia voluntaria explicaba que quienes estaban allí eran en muchos casos amigos y familiares de personas enfermas que han vivido con ellos algo «muy duro porque aunque todos estemos acostumbrados al cáncer, en el caso de la leucemia es muy diferente porque es un tratamiento que conlleva mucho tiempo ingresados en aislamiento, además de efectos secundarios y enfermedades asociadas». 

Pero la de este sábado quería ser sobre todo una jornada para la esperanza. Esperanza en que llegue el día en que cuando se diagnostique la enfermedad se la perciba como tratable, «que no dé miedo». Esperanza en poder seguir trabajando para conseguir los objetivos, entre ellos crear una fundación en Ávila. Y esperanza en lograr la colaboración entre todos, lo que este sábado se pedía con venta material de la fundación y donaciones y también con la participación en el pintacaras o enviando la palabra ‘imparables’ al 28027.