Se inicia la restauración tras el incendio de Gavilanes

B.M
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Se procederá al denominado 'acolchado de suelo con paja de cereal', al igual que se realizó, con buenos resultados, en la zona de la Sierra de Guadarrama

Se inicia la restauración tras el incendio de Gavilanes - Foto: Belén González

A finales del mes de junio se vivió en las localidades de Gavilanes y Pedro Bernardo el peor incendio de este verano. Fueron más de 1.400 hectáreas quemadas en un fuego que se originó por las chispas de un tendido eléctrico y que llegó a nivel 2 ante la imposibilidad de poder sofocado en un primer momento y por el riesgo que llegaba por el viento y las altas temperaturas.

Dada la extensión y las consecuencias de las llamas, se esperó la intervención de las instituciones en forma de ayuda y en este sentido hay que recordar, por ejemplo, los 400.000 euros aprobados para paliar los efectos del fuego, y que vieron la luz en el Consejo de Ministros. En todo caso, desde un primer momento, la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación han venido ejecutado de forma coordinada actuaciones hidrológico-forestales de emergencia en el área afectada por el incendio forestal, con el objetivo prioritario de frenar la degradación y reducir las pérdidas de suelo y cenizas por erosión, según informa la institución regional.  

En todo caso, hay que ver como se va produciendo la restauración de la zona con acciones como las que se verán a partir de este jueves cuando la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) comiencen en los dos términos municipales afectados los trabajos de restauración de la zona. Será con el denominado ‘acolchado de suelo con paja de cereal’, que ya se ha llevado a cabo en la Sierra de Guadarrama el pasado mes de septiembre para restaurar los terrenos afectados por el incendio. Los buenos resultados obtenidos con esta técnica en el Parque Nacional han aconsejado ponerla en práctica también en las localidades de Ávila.

Para ello, personal técnico de la Consejería y el Ministerio de procederán a la suelta de pacas de paja desde el aire, con el fin de reducir la degradación del suelo por efecto de las cenizas y la erosión provocadas por el incendio.

Dos helicópteros y sus respectivas cuadrillas helitransportadas, uno desde la base de Piedralaves y el otro desde el puerto de El Pico, dejarán caer sobre los terrenos afectados por el incendio 130.000 kilos de paja, 100.000 en la zona de Serranillos y el resto en Gavilanes.

La experiencia de esta técnica ha demostrado su eficacia en la protección directa del suelo y evitar así riesgos erosivos, sobre todo en zonas vulnerables, como son aquellas en que el terreno ha quedado sin cobertura vegetal. Esta actuación es esencial para minimizar los aportes de cenizas y partículas de suelo sobre todo a los arroyos, que en muchas ocasiones abastecen de agua a las poblaciones cercanas.

El incendio forestal que afectó a Gavilanes y Pedro Bernardo se declaró el pasado 28 de junio, a más de mil metros de altitud, en medio de la mayor ola de calor registrada en España, con temperaturas relativas récord para la época. En su extinción hubo situaciones de trabajo y control del incendio muy difíciles, debido sobre todo a la coincidencia de temperaturas muy altas durante todo el día y la noche y vientos de más de cien kilómetros por hora que, sumado a la altitud y la pendiente,  favorecieron el avance de las llamas. La consecuencia fueron esas más de 1.400 hectáreas afectadas, de ellas 349 correspondientes a superficie arbolada y más de 1.000 de matorral y monte bajo.