Rumbo norte en la vida

M.M.G.
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Respirávila clausura el proyecto 'Activación del proyecto de vida' en el que han ayudado a 15 personas a encontrar una motivación para seguir y, sobre todo, disfrutar, el día a día

Rumbo norte en la vida

¿Qué da sentido a mi vida? ¿Con qué disfruto realmente? ¿Hacia dónde quiero encaminar mis pasos? Las tres son preguntas con 'miga'. Cuestiones que no pueden resolverse en unos minutos y que todos, invariablemente, nos hemos planteado en alguna ocasión. Preguntas cuyas respuestas, además, no son sencillas. Y para las que a algunas personas, les cuesta encontrar respuesta.

Hablamos, por ejemplo, de aquellas personas que cuentan en su núcleo familiar con una persona con discapacidad. O aquellas que, directamente, tienen esa discapacidad.

Por eso, el proyecto que Respirávila puso en marcha hace algo más de un año con la colaboración de la Fundación La Caixa y que este jueves se clausuraba con muy buenos resultados, supone una muy buena noticia para la sociedad abulense.

Hablamos del proyecto pionero 'Activación del proyecto de vida', en el que el último año han tomado parte 15 personas y que como ayer explicaban las responsables del mismo puede considerarse como todo un éxito.

«El proyecto busca aquello que mueve a las personas, lo que les motiva, lo que verdaderamente les importa», comentaba Ana María Blasco, psicóloga de Respirávila, que comentaba también cómo habían llevado a cabo esa búsqueda con los participantes en el curso: «a través de metáforas y ejercicios experienciales» y «desde el punto de vista de las terapias de tercera generación en psicología».

¿ Y qué es lo que mueve a las personas», preguntamos a las expertas. «Pues eso depende de cada persona en concreto, porque no es algo que se pueda saber fácilmente de repente. Requiere un periodo de reflexión y de ejercicios. Y poner a la persona a vivir esas cosas que realmente le importan», abundaba la psicóloga. «Gracias a este proyecto hemos conseguido que se fijen esos objetivos, con una seria de metas que se van consiguiendo», decía.

Este proyecto de Respirávila, comentaba por su parte Marta Rodríguez, trabajadora social de la entidad, surgió al detectar en la entidad «muchas necesidades» por parte de sus usuarios a la hora de «ser escuchados, de ser valorados, de tener un grupo al que pertenecer. Pero, sobre todo, de encontrar un rumbo en su vida. Era lo que nos pedían las personas, lo que nosotros detectábamos que necesitaban. Y no ser juzgados por ello».

Así, los responsables de Respirávila pudieron conectar con los participantes en el proyecto, acompañándoles en esa búsqueda que ayer, por cierto, no finalizaba.

Y es que, como aseguraban las expertas, ahora Respirávila abre un proceso de «seguimiento con las 15 personas del grupo. «Ha habido ocho madres y siete personas con discapacidad», señalaban, confiando en que, a la vista del gran éxito de la iniciativa, ésta pueda repetirse próximamente