El 8 de noviembre de 2018, y durante un control de tráfico en la intersección de la N-502 y la CL-501, agentes de la Guardia Civil ordenaron detener el vehículo conducido por un varón, J. J, R., y en el que también viajaban una mujer, A. C. G. Y, y la hija menor de ésta. Durante la inspección, de la chaqueta del varón cayó una bolsa que contenía 24 gramos de cocaína de gran pureza y 44,15 gramos de resina de cannabis que en el mercado habrían superado los 3.000 euros. Este miércoles ambos se sentaron en el banquillo acusados de un delito de tráfico de drogas con grave daño para la salud.  

Aunque inicialmente el fiscal pedía para cada uno de los acusados cuatro años de prisión, así como una multa por el triple del valor de la sustancia intervenida, finalmente la Fiscalía dejó sin cargos a la mujer, que se declaró inocente, negando que tuviera conocimiento de que su compañero portaba sustancias estupefacientes, y rebajó a dos años la pena para J. J. R., al aplicar la atenuante muy cualificada de drogadicción. No en vano, durante el juicio, celebrado en la Audiencia Provincial de Ávila, el varón no solo se declaró «culpable» de estos hechos sino que también reconoció que en aquel momento «estaba enganchadísimo y no era consciente ni de lo que hacía».

Apuntó igualmente el acusado, que negó la implicación de la mujer en estos hechos, que prácticamente toda la droga que se le intervino durante este control de tráfico rutinario era para consumo propio, algo que el fiscal puso en duda a tenor de las cantidades incautadas, que «excedían con creces» lo considerado para consumo, y también de la pureza de la droga.

Explicó también el acusado durante su declaración que desde hace un año se encontraba en tratamiento de desintoxicación y que su vida «ha cambiado», poniendo como ejemplo de ese cambio que en estos momentos cuenta con trabajo y pareja estable y manifestando su deseo de «seguir con mi vida actual y tener una oportunidad para seguir adelante y cambiar lo malo del pasado».

La defensa, que se sumó a la misma petición final de pena del fiscal, corroboró lo apuntado por su representado, adjuntando para ello un certificado del centro de tratamiento al que acude el acusado, así como un contrato de trabajo.

El juicio, en el que también declararon dos agentes de la Guardia Civil que participaron aquel 8 de noviembre en el control de tráfico realizado en el vehículo del acusado y durante el cual se halló la droga de forma fortuita, quedó visto para sentencia y a la espera de penas para el varón, para el que la Fiscalía también pide una multa de 2.600 euros.