Los sindicatos CCOO y UGT de Ávila celebrarán este jueves de forma conjunta la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, un día para la reivindicación de mejoras laborales que, aseguraron sus principales responsables en la provincia, son especialmente necesarias tras la dura crisis que ha provocado la pandemia.
Esa unión por el mismo objetivo la visibilizarán con una concentración simbólica que tendrá lugar a las 12,00 horas en la puerta del edificio de sindicatos.
Los secretarios generales provinciales de ambos sindicatos, Javier García Hernández (UGT) y Óscar García Barroso (CC.OO), lamentaron y denunciaron que esa crisis «ha provocado una pérdida sin precedentes de empleo y de medios de subsistencia de los trabajadores, y sobre todo ha afectado a colectivos vulnerables como el de mujeres, jóvenes y personas extranjeras», por lo cual tomar medidas contra esa situación, para conseguir empleos de calidad, con derechos y salarios dignos, es urgente y necesario
Para apoyar sus reivindicaciones con argumentos objetivos, informó Javier García que «en Castilla y León más del 11% de la población trabajadora está en pobreza salarial, es decir, que a pesar de tener un trabajo no tienen ingresos suficientes para llegar a final de mes», un porcentaje que dijo que en Ávila podría «elevarse hasta el 13%», por lo cual desde los sindicatos reivindicamos la importancia de la negociación colectiva como componente esencial de cualquier plan de creación de empleo.
Así las cosas, y tras recordar que esta jornada reivindicativa se celebra a nivel internacional desde el año 1999, el dirigente de UGT resumió que las principales peticiones que hacen aprovechando esa efemérides pasar por «exigir la reducción de la precariedad laboral y del desempleo juvenil, eliminar la brecha salarial de género, exigir el cumplimiento de la normativa en materia de seguridad laboral, y mejorar la normativa en materia de contratación y derogar la reforma laboral».
siguen los erte. Óscar García, que explicó que a fecha de hoy siguen abiertos 30 ERTEs en el conjunto de la provincia (llegaron a ser 650 «en los momentos más duros de la pandemia, y afectaron a más de 3.000 trabajadores y trabajadoras»), afirmó que los apoyos «para las personas trabajadoras son suficientes» en la provincia de Ávila, «porque arrastramos un mercado laboral marcado por la precariedad, con la temporalidad y la parcialidad involuntaria como los dos pilares de esa precariedad, tanto que apenas un 2% de los contratos hechos en los últimos años en nuestra provincia han sido indefinidos».
Para ayudar a ese fin, resumió que «dos de las demandas en las que venimos insistiendo los sindicatos son las de revertir los aspectos más lesivos de la reforma laboral, es imprescindible subir los salarios mermados que no se han recuperado desde la crisis de 2008, y en que es indispensable establecer un SMI de al menos el 60% del salario medio, porque se puede trabajar y ser pobre, y somos una provincia con muchos trabajadores y trabajadoras que tienen su salario referenciado al SMI».