El miedo y el poder de saber arriesgar

B.M
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Entre equilibrios y lanzamientos de cuchillo los dos personajes de Maintomano demostraron mucho sobre la superación

El miedo y el poder de saber arriesgar - Foto: David Castro

Entre el miedo y la superación se movieron los dos personajes de Maintomano. Miedo al otro, a los desafíos... y esto en un espectáculo que, sin embargo, se titulaba ‘Sin miedo’.

El palacio de Bracamonte fue el espacio elegido para esta representación en la que la propuesta artística se combinaba con el movimiento poético que llegaba a través de los cuerpos y su forma de moverse. Pero el mensaje estaba claro en cada uno de esos movimientos. Se veía ese miedo a lo desconocido, a la altura, pero sobre todo, al otro.

No era solo esa sensación, también estaba la del descubrimiento, la de encontrar a otra persona en la que apoyarse, aunque a veces no se esté del todo seguro. Y para ello  estaban los elementos, como los equilibrios sobre un columpio o sobre la estructura montada en el patio del palacio sobre la que no faltaron los saltos, el equilibrio y la demostración de fuerza a través del lenguaje escénico presentado con las acrobacias.

Y así se pudo ver también en una escalera, mientras una ligera lluvia caía y el movimiento fluía, con encuentros y desencuentros para terminar en un baile de dos.

Y con los cuchillos, cuyo descubrimiento daba paso a un momento de locura muy bien acompañado por la música que subía a un ritmo casi vertiginoso y que solo acababa cuando un personaje se encontraba con el otro. Y entonces era derrumbarse o encontrar la serenidad, aunque más tarde llegarían las dudas, saber si arriesgarse merece la pena.

La vida también es cuestión de equilibrios, de desafíos que hay que abordar y que pueden cortar como los cuchillos que se lanzaban o ponerte en riesgo como cuando subes a una altura y por debajo no hay red. Y eso se veía en cada momento, en esa red tras la cual a veces se desarrollaban las escenas o en esos cubos que tapaban la cabeza y se quitaban cuando encontrabas la confianza suficiente.