El Ávila recupera la confianza y el pulso

A.S.G.
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2
Real Ávila
0
Numancia B
Finalizado
Los encarnados consiguen un triunfo vital, con el que creer de nuevo en sí mismos y regresar a la pelea por la Fase de Ascenso, ante un Numancia B que desapareció del campo tras la expulsión de Sergio González

El Real Ávila vuelve a estar en la pelea, la de la Fase de Ascenso, aquella de la que nunca debía haberse caído pero de la que se vio apeado tras cinco jornadas consecutivas sin ganar. El duelo ante el Numancia B era clave, esencial. De haber perdido los de María Hernández se hubieran despedido prácticamente de sus opciones de poder estar entre los tres primeros. Había que ganar y se ganó. Tocará seguir haciéndolo, porque de aquí hasta el final de la primera fase todo son finales, pero de nuevo se hará como candidatos de pleno derecho, remando a favor de viento después de una tarde en la que el técnico salmantino comenzó cambiando las caras al equipo . Le echó una mano salvadora Sergio González y Rivera García, que desenfundó con rapidez para enseñar la segunda cartulina amarilla al soriano, que se autoexpulsó. De la manera más absurda acabó por desequilibrar un partido que hasta ese momento estaba siendo muy igualado. Con uno menos el Numancia B fue mucho menos rival. Y ante una oportunidad así , el Real Ávila no perdonó.

Revolucionó el equipo María Hernández, especialmente en defensa. «Hay que mover el árbol» dijo después ante los cambios. Lo agitó ante un Numancia B que viajó con lo justo, con apenas 11 jugadores del primer equipo y un banquillo plagado de juveniles. Es lo que tienen los filiales.

Era una final y se notaba. Los nervios eran evidentes en una tarde que comenzó con los locales tratando de tener el balón y los de Carlos Ortega apostándolo todo a la contra. Arroki obligó –minuto 7– a Johan a salir del área cuando el lateral buscaba un desplazamiento en largo al área encarnada. Se repitió el guión –minuto 14– cuando Juanlu caía a banda y ante la media salida de Johan quiso sorprenderle por alto. Poco después el ‘19’ remataba sin acierto un balón colgado al vértice del área pequeña. Se mostraban más los sorianos ante un Ávila demasiado impreciso y que aún no había conseguido probar a Troya.  Le sacó la amarilla Dani Fernández a Carlos Pascual, y una falta peligrosa en la frontal cuando se marchó caracoleando entre todos. La tiró con mucho peligro David Sanz, que quería hacerse dueño de la medular pero terminaría por desaparecer entre Domingo y Enbi.

Se acercaba la media hora de partido y se asomó el Real Ávila al gol. Lo intentó Rubiato –minuto 28– a centro de Corozo. Se lanzó en plancha buscando el palo largo. No tuvo que intervenir Troya, aunque ya empezaba a estar inquieto. Le echaba descaro Corozo, encaraba Aitor y se asomaba RubénRamiro por su banda, aunque no terminaban de alcanzar el área rival con verdadero peligro. Los minutos corrían a favor de un Numancia B cuyo guión era aguantar a la espera de su oportunidad.

Volvían ambos al césped y lo hacían con la misma propuesta. Buscaba su contra el Numancia B. Divisó David Sanz un boquete por la izquierda para la carrera de Arroki, que alcanzó la línea de fondo y su pase atrás lo paró en dos tiempos Johan. El dominicano quiso sacar rápido, Sergio González se metió por medio, chocaron y el asistente avisó a Rivera García. Segunda amarilla y al vestuario. Se autoexpulsó el jugador, que dejó a los de Carlos Ortega con diez con toda una segunda mitad –minuto 52– por delante. Ante una oportunidad así no se puede decir que no. Y no lo hizo el Real Ávila.

Se deshilachó el Numancia B y le descosió Moreira. Con más espacios, corrieron los encarnados, que cogieron a los de Ortega al descubierto. Lo intentaron Ortiz y Rubén Ramiro ante una defensa que achicaba aguas como podía. Al tercer rechace fue la vencida. La picó Ruba Sanz al segundo palo y Moreira remataba sin marca para hacer con facilidad el 1-0 (minuto 59’).

El partido estaba para el 2-0. La tuvieron Moreira y Rubén Ramiro en una contra que comenzó el extremo madrileño. Se la puso a salmantino pero se la rebañaba al límite Ceinos. En el rechace era Moreira el que se la ponía al madrileño, que la mandaba por encima. El Numancia B estaba desbordado. Con uno menos y el marcador ya en contra el partido se le podía hacer muy largo al equipo de Carlos Ortega, que vería como llegaba el 2-0 en el minuto 66, cuando Sergio Ramos firmaba el segundo de la tarde con un remate seco y raso desde el punto de penalti.

Se soltó el Real Ávila, que atusó el balón mientras quiso buscar el tercero.La estrelló en el palo –minuto 84– Moreira tras el centro de De Mesa. Buenos minutos de Ortiz y Calderón en un tramo final que el equipo supo gestionar a la perfección.