Nueva campaña de excavaciones en el Torreón de Ulaca

I.Camarero Jiménez
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La Diputación y la Universidad Complutense renovaron este viernes el convenio, dotado con 30.000 euros, para poner en valor el castro de Solosancho

Neva caumpaña de excavaciones en el Torreón de Ulaca

En el año 2017 la Universidad Complutense comenzó los trabajos de excavación e investigación en el Castro de Ulaca, ubicado en Solosancho y  declarado Bien de Interés Cultural en 1986, recordaba el alcalde de esta localidad,Jesús Martín. Al frente de esas acciones para poner en valor el castro estuvieron, están y estarán los profesores Jesús Rodríguez y Jesús Álvarez Sanchís. El año pasado y el anterior ha sido la Diputación de Ávila la que ha financiado su labor y de nuevo, este viernes, anunció que lo volverá a hacer. 30.000 euros es lo que pone la institución provincial a disposición de la universidad para que siga aportando luz sobre un lugar que en palabras del diputado de Cultura, Eduardo Duque, «es mágico». 

«Lo es -decía -desde hace 2.500 años pero también ahora» gracias al trabajo de estos dos investigadores y su equipo que de nuevo volverán a desplegar sus herramientas y sabiduría a pie del Torreón del castro.  Será en los meses de julio y septiembre y se va a actuar en el lienzo norte, explicaba Duque y en la parte de la entrada de esta fortaleza. Para ello tienen que cambiar de lugar algunos bloques que se habían caído y los llevarán a una zona cercana para que el equipo arqueológico proceda a la excavación, detallaba Jesús Rodríguez, codirector de la excavación. 

En cualquier caso quiso poner de manifiesto el buen estado de conservación de esta construcción pues se pueden ver hasta cuatro hiladas y «desde luego esperamos resultados positivos» para su puesta en valor como construcción, que es el objetivo final de su labor de cara a que se convierta en parada obligada dentro del circuito que realizan los visitantes. A esos visitantes se dirigió Duque para invitarles a descubrir uno de los castros vetones más importantes de finales de la edad del Hierro. Duque justificaba la inversión de la Diputación, por tercera vez porque «con cada hallazgo, cada hipótesis que se estudia, se confirma o se refuta, con cada descubrimiento se  pone de manifiesto la importancia de esta impresionante ciudad vetona que admira, impacta y sobrecoge a quien se acerca a descubrirla». Se trata pues de conocer Ulaca para aprender «lo que fuimos y lo que somos, yendo a una de las raíces más remotas  de la cultura de la península ibérica». La inversión está encaminada a «desarrollar estrategias sostenibles relacionadas con la gestión y el uso del patrimonio cultural y se centra en los vínculos que subyacen entre paisajes sostenibles, patrimonio protegido y difusión de la investigación».

Por su parte Rodríguez quiso agradecer la implicación de Diputación pero también de Solosancho y sus vecinos. Precisamente el alcalde quiso devolver el agradecimiento a los investigadores por su «entusiasmo, talento y pasión», los que ponen en desvelar algunos de los misterios de su castro lo que está ayudando a rescatar «del olvido una cultura de un pueblo que está en la raíz del municipio de Solosancho».

 El Torreón lleva un tiempo siendo objeto de estudio pero el castro es mucho más, de hecho, Rodríguez aseguró que destaca sobre todo por tres motivos:su gran tamaño, con una extensión de más de 70 hectáreas, «uno de los más grandes del momento y de los más importantes de la Península Ibérica»; también por su «buen estado de conservación», lo que permite a los visitantes, con sólo un paseo por el cerro, descubrir el sistema defensivo y sus entre 250 y 300 construcciones domésticas que hablan de la potencia demográfica que tuvo, « con unos 1.500 habitantes»;y por supuesto por ese Torreón en el que ahora están inmersos, pero también por el altar de los sacrificios o por la sauna. En cuanto al Torreón ensalzó sus grandes dimensiones, 14 metros de largo por 10 de ancho y por entre 6 y 8 de altura.

«Grande, importante y en un lugar privilegiado» con vistas al espectacular valle Amblés, ponía de manifiesto el investigador, al tiempo que desvelaba un asunto más el lugar estratégico en el que se ubicó el Torreón, j»unto a un manantial perenne».Relacionado con la labor de atalaya defensiva, también lo ligó a la cercanía al agua y apuntó que pudo ser «un edificio público».

Antes de ponerse a investigar este verano en ese lienzo norte, previamente, recordaba lo hicieron tanto en el lado occidental donde está la puerta  como en la zona de escaleras, la zona de paso. Las construcciones sin duda son el epicentro de su cometido pero ha habido otros hallazgos materiales en acciones previas, con el descubrimiento de importante material cerámico y de metal, sobre todo hierro y bronce, además de cuentas de collar que apuntan a que se comerciaba a larga distancia por el material del que están hechas esas cuentas, desveló.  Estimó en cualquier caso en cuatro años lo que necesitaría el Torreón en las excavaciones exteriores y después quedaría el interior. Una labor «a corto medio plazo», aseguró, es decir «no es cuestión de dos años». Eso será a futuro, a presente lo que tenía claro era el apoyo de Diputación y la del Ayuntamiento en lo que al alojamiento y las herramientas que precisaran así como cualquier otra circunstancia sobrevenida, decía Jesus Martín.