El Centro de Emergencias 1-1-2 de Castilla y León, dependiente de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, gestionó 15.801 incidencias en la provincia de Ávila durante el pasado año 2020, casi un 6 por ciento menos que en el año anterior, cuando las emergencias superaron las 16.700. La pandemia de la COVID-19 marcó el servicio desde su brusca irrupción en el mes de marzo, lo que afectó al volumen total de emergencias pero también al tipo de servicios requeridos en la provincia abulense.

Así, según los datos facilitados por la Junta, se atendieron más incidentes sanitarios en domicilio y menos en lugares públicos, mientras que también se dispararon las consultas médicas y los servicios por ruidos y molestias. Por otro lado, bajaron los incidentes relacionados con los peligros de circulación y también los accidentes viales sin heridos.

En concreto,  los incidentes sanitarios en domicilio volvieron a ser las emergencias gestionadas por el 1-1-2 más numerosas en Ávila, con 4.910, el 31% del total y un 13% más que las atendidas un año atrás. Por contra, los incidentes sanitarios en lugares públicos se redujeron hasta los 1.387, un 36% menos que en 2019 y el 8,8% del total de las actuaciones.

El tercer tipo de incidente más frecuente en 2020 fueron los ruidos y molestias, con 1.024 servicios (el 6,5% del total), un apartado que en relación al año anterior experimentó un significativo repunte del 57,8%. A estos servicios se unen otras 236 actuaciones por ruidos o molestias de los vecinos, 90 por ruidos o molestias de animal y 67 por ruidos y molestias de establecimiento público.

También superaron las mil emergencias las consultas médicas atendidas en Ávila, con un total de 1.015 (el 6,4%), una incidencia que en la memoria de 2019 no aparecía en un lugar destacado. A estas consultas médicas se unen las 351 realizadas exclusivamente sobre coronavirus y las 83 sobre los Equipos de Protección Individual de la covid.

Las emergencias relacionadas con el tráfico también tuvieron su peso específico en la actuación del 1-1-2, aunque en menor medida que en 2019. Así, hubo 878 incidentes por otros peligros de circulación (un 35% menos que en 2019), 480 accidentes viales sin heridos (un 26,7% menos) y 355 servicios por obstáculos en la calzada, además de 269 emergencias por conducción negligente y 224 accidentes viales con heridos.

En posiciones destacadas están las incidencias relacionadas con la violencia, como las 269 amenazas, las 221 de violencia, amenaza o molestia de género o las 196 de agresión, amenaza o molestia doméstica, así como las 122 agresiones y las 92 peleas, entre otros abusos. Además, se atendieron 211 emergencias por objeto o persona sospechosa.

Mientras el abandono de animal doméstico requirió de 121 actuaciones, los incendios también tuvieron su protagonismo, con 92 emergencias por incendio forestal, 89 por avistamiento de humo y 79 por fuego, así como 74 por quemas controladas, 69 por incendio de cultivo y 59 por incendio en vivienda.

Además, los actos vandálicos atendidos fueron 54, los atropellos se quedaron en 42, los robos en viviendas, en 33, y los rescates en montaña se cifraron en 24, entre otros.