"Destacaría el esfuerzo en dependencia en la legislatura"

B.M
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Nacida en Ávila en 1970, Alicia García es licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales. Su carrera política comenzó como concejala en el Ayuntamiento de Ávila para pasar después a procuradora y consejera, primero de Cultura y después de Familia

"Destacaría el esfuerzo en dependencia en la legislatura" - Foto: David Castro

Alicia García se despide de su cargo como consejera de Familia y Oportunidades y optará al Congreso por el PP de Ávila. Esto significa dejar atrás las responsabilidades regionales en las que ha estado inmersa los últimos años. Y es un adiós que duele, que emociona al recoger el despacho, al bajar por última vez las escaleras tras el Consejo de Gobierno, al despedirse de sus compañeros. Pero también es un adiós que deja tras de sí la ilusión de lo conseguido, en especial estos últimos años al frente de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades con la cercanía al tercer sector, la lucha contra la violencia de género y el trabajo en dependencia. Y puede ser un adiós que abra un nuevo camino porque la intención de Alicia García es llevar esa política «real», de «puertas abiertas», la que está «resuelve los problemas de la gente» a la política nacional.

Por el momento, hoy cesará en la Consejería de un cargo que deja en manos de Carlos Fernández Carriedo y pasará a ocupar un puesto lejos de los sillones azules para hacerlo en la bancada del PP. Lo hace tranquila. 

Si echa la vista atrás a cuando comenzó sus responsabilidades en el área de Familia ¿De qué se siente más orgullosa?

Me siento muy orgullosa de haber estado muy próxima al tercer sector de acción social de Castilla y León, haber impulsado diferentes leyes, planes y estrategias, haber llegado a acuerdos y a protocolos con un importante número de entidades e instituciones y todo ello en beneficio de las personas con mayor vulnerabilidad social.

¿ Y se queda con alguna espina clavada?

Sí, tengo dos espinas clavadas. Y es que el próximo Pleno está previsto que se aprueben dos leyes, la ley de conciliación y eliminación de brecha salarial y la ley de perros de asistencia y no podré defender esas leyes como consejera sino que tendré que ver cómo las defiende estupendamente otro consejero pero sin duda después de tantísimo trabajo que conlleva me hubiera gustado haberlas presentado y haber puesto ese broche de legislatura.

Habla de estas leyes que se van a presentar precisamente en el momento de apartarse de sus responsabilidades en Familia pero ¿en que consiste ese proyecto de conciliación y eliminación de la brecha salarial?

La ley de conciliación es la primera ley de España, no existe otra ley que aborde a nivel autonómico de conciliación de la vida personal, familiar y laboral ni de eliminación de brecha salarial. Eso entrañaba una dificultad porque si no hay otra no tienes donde mirar pero nace de un acuerdo con el diálogo social, hemos negociado, acordado y consensuado con el diálogo social y esto supone que hemos estado más de un año trabajando y redactando la ley conjuntamente. Es una ley que a quien va dirigida precisamente es a los trabajadores y a los empresarios.

Además teníamos como objetivo que fuera una ley de conciliación, que tenga efecto tanto en el ámbito privado como en el ámbito público. Quisimos poner también el énfasis en la eliminación de la brecha salarial porque existen grandísimas desigualdades en el acceso al mercado laboral, en la permanencia y la promoción cuando se es mujer y considerábamos que era una oportunidad muy importante de abordar  no solo exclusivamente la conciliación y la corresponsabilidad sino también la eliminación de la brecha salarial. Me gustaría que esta ley fuera el germen de un sistema nacional de conciliación, al igual que hay un Sistema Nacional de Salud. Los avances sociales tienen que ir por ahí.

Castilla y León ha logrado muy buenos datos en aplicación de la Ley de Dependencia ¿Qué destacaría y hacia dónde va en el futuro?

Destacaría el esfuerzo que hemos hecho en esta legislatura. Teníamos el objetivo de incorporar a los dependientes de grado 1 al sistema de dependencia y hemos sido la única comunidad que ha conseguido incorporar a todos esos dependientes y conseguir lo que denominamos casi plena atención, es decir, el 98,5 por ciento de las personas dependientes de Castilla y León están atendidas y hemos conseguido incorporar a 30.000 nuevos dependientes que tienen su prestación.

Los organismos independientes nos valoran como la mejor comunidad con un 9,3 sobre 10 y ese es uno de los grandes logros que hemos conseguido y el camino es seguir mejorando en materia de atención a la dependencia. Somos una comunidad autónoma muy envejecida, por tanto con muchas personas dependientes, con un sistema de atención a la dependencia que crea empleo. En esta legislatura hemos creado más de 12.000 empleos incorporados al sistema de dependencia.

¿Cómo se articula la llegada de los servicios sociales en provincias como Ávila que tienen tanta dispersión y con el peso que tiene el medio rural?

Es fundamental contar con los servicios sociales, con los CEAS y con los ayuntamientos y diputaciones. Es así como está integrado el sistema de atención de las personas en Castilla y León que tan buenos resultados nos da. Nosotros desde la Junta de Castilla y León firmamos un acuerdo marco con todas las corporaciones locales a tres años y a Ávila le correspondieron 27,5 millones de euros, 1,3 millones de euros más cada año y esto supone llegar a más personas, atender mejor. Es importante destacar que más del 50 por ciento de las plazas residenciales y centros de día están en el medio rural y esa es nuestra apuesta clara.

¿Y cómo se está trabajando en el caso de la discapacidad?

La discapacidad es un movimiento muy fuerte en Castilla y León, un movimiento civil, social, es un tercer sector muy potente que está a la vanguardia de toda España con en el impulso y la fuerza que tiene a través del Cermi. Trabajamos muy intensamente con ellos a la hora de desarrollar un nuevo modelo de atención a las personas con discapacidad. El empleo también ha sido una de nuestras prioridades porque las personas con discapacidad quieren inclusión plena, trabajar y tener la posibilidad de tener una vida plena. Hemos conseguido que a través de los itinerarios de inserción laboral 6.500 personas con discapacidad hayan encontrado un empleo. Hemos impulsado mejoras en las cláusulas sociales para la contratación y hemos conseguido que en los centros especiales de empleo hubiera más de 5.000 personas con discapacidad trabajando.

Y en el tema de violencia de género ¿qué se ha hecho y hacia dónde se tienen que ir encaminando las políticas?

La lucha contra la violencia de género es una de mis grandes obsesiones. En septiembre de 2015, recién llegada a la Consejería, aprobamos las directrices de un nuevo modelo de atención centrado en la persona, en la víctima de la violencia de género, para que reciba una atención integral especializada, no solo la víctima sino con un sentido mucho más amplio teniendo en cuenta también los hijos e hijas dependientes de la víctima y las personas mayores que puedan depender de ella. Hemos firmado 27 acuerdos, convenios y protocolos con prácticamente con todos los agentes implicados en la lucha contra la violencia de género, hemos mejorado y ampliado diez prestaciones nuevas para las víctimas de violencia de género. Por ejemplo, cuando una mujer es asesinada y sus hijos quedan huérfanos a veces son los abuelos los que se hacen responsables y tienen unos gastos y pusimos en marcha como iniciativa pionera una ayuda económica de 5.000 euros al año por menor a esas familias y también hemos puesto en marcha que las tasas universitarias sean gratuitas para las víctimas de violencia de género. Hemos contemplado también iniciativas porque nos preocupa mucho la violencia por agresión sexual a mujeres y niños y hemos puesto también servicios nuevos como la atención jurídica y psicológica gratuita para las víctimas. 

Trabajamos también desde la sensibilización en la educación. Consideramos que es muy importante abordar también la igualdad de oportunidades y la lucha contra la violencia de género desde las edades más tempranas también en el ocio y el deporte.

Hablaba precisamente ahora de la importancia de la igualdad como una forma de prevenir la violencia de género. Se han puesto en marcha programas como STEM Talent que precisamente este año comenzaba también en Ávila...

STEM Talent es uno de los programas que tenemos en la Consejería con más cariño. Ahora mismo están participando unas 600 niñas, en Ávila algo más de 60 de tercero y cuarto de la ESO. Es un proyecto que quiere impulsar las carreras STEM, esto es, que las niñas si así lo desean puedan ser las futuras líderes de las tecnologías, las ciencias y las matemáticas. El fin último es que podamos orientar a las niñas a estos estudios. Hay dos ingenieras por cada ocho ingenieros y son profesiones que van a estar muy demandadas de aquí a nada y consideramos muy importante el papel de las mujeres ahí. 

¿Qué futuro pueden tener los jóvenes en Ávila y Castilla y León?

Cuando hablan de la España o Castilla y León vacía, un tema que está en el debate y es importante abordarlo, yo hablo de España y Castilla y León y Ávila de oportunidades. Los jóvenes deben desarrollar su proyecto de vida donde ellos quieren y tienen la posibilidad de formarse en Castilla y León porque tenemos buenas universidades y también es importante que la universidad conecte con la empresa y que a su vez la empresa y la formación conecte con el propio territorio. Castilla y León y Ávila es una tierra de oportunidades y entiendo que hay que apostar por el turismo y el patrimonio natural y cultural pero creo que la industria 4.0 y 5.0 tiene que tener también su espacio y ese es el camino.

Un proyecto importante en Ávila es el centro de jóvenes y el de menores, cuyas obras estaba previsto que acabaran en este primer trimestre ¿Cómo va este proyecto, se podrá abrir esta legislatura?

Ese es un claro ejemplo de un proyecto que llevaba varios años parado y cuando llegué a la Consejería me propuse ponerlo en marcha. Creo que Ávila necesita una residencia y albergue juvenil y un centro de menores. Buscamos una solución bastante viable, es cuestión de voluntad pero también a veces es cuestión de financiación, pusimos los recursos, 2,2 millones de euros. El centro ahora mismo ya está equipado, pendiente de los permisos y antes del verano estará funcionando. La verdad es que para mí es una de esas cosas que dices que con empeño, trabajo, voluntad y recursos económicos cuando funcione, que será antes de verano porque tienen previsto hacer el traslado creo que en Semana Santa, estará a pleno rendimiento como albergue, como residencia y como centro de menores.

¿Cree que habrá problemas al unir en un mismo centro dos usos con necesidades tan diferentes?

No. No va a haber ningún problema porque los centros están separados. Es el mismo edificio pero hay accesos independientes y por tanto no tiene que haber ningún tipo de problema. El personal se va a mantener tal como está sin ningún cambio y es aprovechar al máximo todos los recursos que se han invertido en ese edificio para que los menores protegidos también tengan un espacio nuevo, moderno y de vanguardia para poder desarrollar su vida con total normalidad.

Pasamos de los jóvenes a hablar de los mayores. Hemos visto como usted en Ávila ha presentado ese modelo ‘En mi casa’. ¿Hacia dónde cree que debe caminar el futuro en el cuidado de las personas mayores, el futuro de la residencia de la tercera edad?

Las personas mayores quieren estar y quieren vivir en su hogar, en su entorno. Lo que tenemos que hacer las administraciones es facilitar los apoyos que la persona necesita, los servicios de proximidad. Para ello estamos desarrollando en la comarca de Pinares  ‘A gusto en mi casa’, que estamos pilotando con 100 personas de distintas tipologías con el fin de prestar esos apoyos que necesitan las personas mayores para que pueden mantenerse el mayor tiempo posible en su casa, con los apoyos necesarios, y vía financiación Ley de Dependencia poder comprar los servicios de proximidad que necesiten en función de cada persona. Hay que tener en cuenta lo que necesita cada personas de una manera individualizada y tenemos que adaptar los servicios a las necesidades de cada persona y ese es el gran reto para que estén el mayor tiempo posible en su hogar. Luego, lógicamente, una vez que las personas ya no pueden estar a su hogar, pueden acceder a un centro de día o un centro residencial.

En cuanto a las personas mayores, lo que pensamos también es que es muy importante prevenir la dependencia, promover el envejecimiento activo. Las personas mayores ahora son mucho más exigentes y necesitan tener por ejemplo el Club de los 60 con sus viajes o la Universidad de la Experiencia en Castilla y León porque las personas mayores están activas, quieren participar activamente de la sociedad pero también es cierto que hay que tener instrumentos para que cuando ya son dependientes estén el mayor tiempo en su hogar y su entorno hasta que puedan llegar a un centro residencial donde queremos que se sientan también como en su hogar y eso es un trabajo que también estamos desarrollando para adaptar las residencias a lo más parecido a un hogar.

Deja su Consejería en manos de Carlos Fernández Carriedo...

Es un grandísimo compañero y  hemos trabajado muy estrechamente  esta legislatura la Consejería de Empleo y la de Familia. Cuando empecé en Familia, empezaba la economía a ir bien y a crear empleo y yo desde mi responsabilidad junto con mi equipo decidimos que también teníamos que apostar por el empleo de las personas que más difícil lo tienen, que nadie quedara atrás en un momento de crecimiento económico, las personas más vulnerables,  aquellas víctimas de violencia de género que tienen difícil encontrar un empleo, los ex drogodependientes, los jóvenes, las mujeres, las personas con discapacidad y nos propusimos que también tuvieran esas posibilidades de empleo. Entonces elaboramos desde la Consejería un plan de inserción sociolaboral para las personas vulnerables que ha permitido, en colaboración con la Consejería de Empleo, generar empleo en las personas que más difícil lo tienen y eso lo hemos hecho conjuntamente especial ilusión que Carlos Fernández Carriedo asuma esta Consejería cuando hemos trabajado muchos programas juntos. Me quedo bastante tranquila.

Están siendo unos días emotivos, deja atrás un despacho, un equipo y muchas personas y ahora toca ya pensar en ámbito nacional. ¿Que diferencias cree que puede encontrar ahora en esta nueva etapa y que espera de ese salto que usted desea dar en la política al Congreso?

Es un momento de emociones distintas. Por un lado la alegría de poder trabajar en otro ámbito como es el nacional y, por otro lado, la sensación de dejar a mis compañeros. Cuando bajaba por última vez las escaleras del Consejo de Gobierno y me despedía de mi maestro en política que ha sido Juan Vicente Herrera pues lógicamente se te remueve todo y te entristece. O cuando me despida de mi equipo o del tercer sector con los que he tenido una magnífica relación muy leal y muy colaborativa, que me han trasladado también su pena pero también su alegría porque piensan que puedo hacer un buen papel.  Creo que puedo llevar esta política que he vivido estos últimos cuatro años, una política muy de puertas abiertas, de escuchar, muy real, de estar cerca de la gente y sus problemas, ver que la política sirve, que es útil, que puede resolver de verdad los problemas de las personas y me gustaría que en el Congreso pudiera pasar lo mismo. Es decir, si los abulenses me dan su confianza, esta forma de trabajar tan buena de escucha, proximidad y cercanía y resolver los problemas de las personas a través de la política me encantaría que también pudiera ocurrir en el Congreso de los Diputados. Lo tendré que descubrir.