Un vistazo al metabolismo lento

Agencias
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La actividad física para aumentar la masa muscular y una dieta equilibrada son claves para revertir la ralentización del organismo

La actual preocupación por la salud y la forma física hace que casi todo el mundo conozca palabras como metabolismo basal, que es la cantidad de energía que necesita gastar en reposo una persona para llevar a cabo las funciones básicas del organismo. Pero no es igual para todos. La coordinadora del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la doctora María D. Ballesteros, explica que a la cantidad de energía que necesita una persona para llevar a cabo las funciones del organismo hay que agregar «lo que necesitamos gastar para la actividad física diaria para tener nuestros requerimientos energéticos diarios».

El metabolismo basal «tiene un componente genético sobre el que no se puede influir», matiza la experta, pero «también depende de nuestra composición corporal». En este contexto, como «la grasa es un tejido de almacenamiento y, por tanto, no consume energía, sino que la almacena, cuanta más grasa tenemos, más lento es nuestro metabolismo», explica la doctora.

Un metabolismo lento se manifiesta con un aumento de peso. «Cuando genéticamente tenemos mayor predisposición a engordar es porque nuestro metabolismo es más lento», comenta la coordinadora del Área de Nutrición de la SEEN.

Cuando los requerimientos energéticos, que incluyen el metabolismo basal y el gasto necesario para la actividad física, «son menores que la energía que ingerimos, el exceso de energía, las calorías, se almacena en forma de grasa y, por tanto, engordamos», continúa la experta.

Y, en efecto, un exceso de grasa es perjudicial. «Se denomina obesidad», recuerda Ballesteros, «y es una de las enfermedades más perjudiciales en la sociedad actual, puesto que se asocia a enfermedades metabólicas, como la diabetes, la hipertensión o el exceso de colesterol o triglicéridos; cardiovasculares; articulares; psicológicas y ciertos tipos de cánceres».

Sin embargo, la experta insta a recordar que «nuestra composición corporal también es importante para que nuestro metabolismo mejore». Por tanto, «la actividad física para aumentar la masa muscular y una dieta equilibrada para disminuir la masa grasa son fundamentales», valora la doctora.

Adaptarse a cada cuerpo

En cuanto a la dieta, la experta indica que las personas con metabolismo más lento «deben intentar potenciarlo mejorando su composición corporal y adaptar su ingesta calórica a lo que su organismo es capaz de gastar». En este sentido, los alimentos recomendados son «como siempre, aquellos que suponen dieta equilibrada».

En referencia al ejercicio físico, para las personas con metabolismo lento «tiene un doble papel», distingue la experta de la SEEN. Por un lado, «el aumento de gasto energético que necesita supondrá un mayor consumo de energía y, por otro, a mayor actividad física, especialmente aquella dirigida a mejorar la masa muscular, tendremos más músculo que necesitará energía y, por tanto, un metabolismo menos lento».