UPyD cree que el plan de ajuste es «un parche» y aumentará la morosidad

Estela Carretero
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El grupo cree que el plan «debería haber acabado con el despilfarro» para «garantizar la prestación de servicios esenciales y obligados»

Manuel Vicente y Álvaro Aparicio. - Foto: Antonio Bartolomé

Aunque son conscientes de que era necesario realizar un plan de ajuste, y así lo habían manifestado en varias ocasiones, en UPyD entienden que el aprobado por el equipo popular en el último pleno es «sólo un parche» y que se debían de haber tomado otras medidas. Así al menos lo cree el concejal de UPyD Álvaro Aparicio, quien asegura que el plan elaborado por el equipo de gobierno no «va al fondo del asunto», por cuanto «no pone fin al despilfarro», y por cuanto lo único que va a conseguir es «aumentar la morosidad».

«Había una necesidad de realizar un plan de ajuste», ha asegurado Álvaro Aparicio, que sin embargo ha dicho que el aprobado por el equipo popular no contempla cuestiones de «eficiencia en la gestión» que es, asegura, lo que UPyD «lleva pidiendo desde que comenzó esta legislatura». Para Aparicio, el plan de ajuste «debería haber acabado con el despilfarro y las competencias impropias» como punto de partida «para garantizar la prestación de servicios esenciales y obligados».

Además, apuntó Aparicio, sería necesario «ajustar correctamente la estructura municipal, optimizando los recursos y externalizando sólo lo que no se puede atender con recursos municipales de los que ya se disponen», así como prestar «sólo aquellos servicios que el Ayuntamiento puede prestar».

Para UPyD es «injustificable» que el Ayuntamiento de Ávila gaste uno de cada cuatro euros del presupuesto en competencias impropias, así como también lo es que los distintos servicios municipales no cuenten con un estudio económico y técnico «que permita detectar las debilidades e ineficiencias y optimizar y mejorar la gestión».

Como ejemplo de lo que para UPyD es un buen plan de ajuste, Aparicio indicó que los 700.000 euros que el consistorio va a ahorrar de las subidas en transporte, ludotecas, animación infantil y otros serían más «si se suprimiera la vigilancia privada en la Muralla o el aparcamiento del Grande».

Además, Aparicio afirmó que el plan no supone una inyección para los proveedores, sino «una banderilla bien puesta» ya que no contempla los intereses que la demora en el pago ha ocasionado a los proveedores, ni tampoco sus dificultades para conseguir crédito.