Quince 'ofibuses' para sortear el aislamiento financiero

David Alonso
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Entidades como Unicaja o Bankia tratan de suplir el cierre de oficinas en los municipios de la región con sucursales móviles que recorren más de 450 localidades

Una mujer utiliza un 'ofibus' de UnicajaBanco

Final de agosto, con la nómina o la pensión recién metidas en cuenta, pero sin forma humana de poder hacer uso de ese dinero porque en tu municipio los bancos hace tiempo que decidieron marcharse. Uno de los grandes perjudicados de la reestructuración bancaria, como en multitud de ocasiones, han sido los municipios del entorno rural de Castilla y León. La cascada de cierres se llevó por delante una ingente cantidad de pequeñas oficinas situadas en municipios, que dejaron aislados financieramente a sus habitantes. Más de 320.000 vecinos de 1.750 municipios de la Comunidad no tienen una sucursal bancaria en su localidad. Yes que los más afectados por la ausencia de sucursales bancarias, son, precisamente, los que menos conocimientos informáticos y de banca online tienen, multiplicando el estigma de los ‘marginados financieros’. Una denuncia recurrente y que denuncian desde la organización agraria COAG, que lamentan que esta tendencia persigue un objetivo «meramente economicista y de rentabilidad, sin tener en cuenta las peculiaridades propias de la población afectada, dispersa y envejecida».

Para la organización, este proceder agrava la dinámica del despoblamiento del medio rural, porque «si a la precarización de los servicios públicos como sanidad, educación, infraestructuras, seguridad, dependencia, etc, se le suma la imposibilidad de acceder a los servicios financieros más básicos, cualquier posible medida contra la despoblación será inútil».

Precisamente, y para luchar contra el aislamiento financiero, alguna entidades como Unicaja Banco y Bankia han puesto en marcha una serie de ‘oficinas sobre ruedas’ que realizan rutas por los municipios sin sucursales para que sus vecinos puedan seguir teniendo acceso a los servicios bancarios. Así, en el caso de la primera, firma que absorbió a la extinta EspañaDuero, dispone de seis oficinas móviles que operan desde hace años en las provincias de Valladolid, León, Salamanca, Palencia, Zamora y Ávila, y que en la actualidad  atienden a más de 300 localidades del ámbito rural de la Comunidad. La entidad andaluza reconoce que mantiene el «propósito de trabajar para evitar la exclusión financiera con el objetivo de prestar un servicio más cercano». 

Por su parte, Bankia, que aglutina a varias de las antiguas cajas de ahorros regionales, mantiene cinco líneas de oficinas móviles que visitan más de 160 municipios y recorren 14.000 kilómetros anuales. Unos servicios que en la mayoría de los casos son meras extracciones de dinero o actualizaciones de sus libretas.