El curso escolar 2020/2021 arranca este miércoles de forma oficial en la provincia de Ávila y el resto de Castilla y León. Un curso diferente y que, irremediablemente, estará marcado por la COVID-19, al menos en su inicio. La incertidumbre existente desde hace días, semanas, en padres, profesores, estudiantes y equipos directivos dará paso en esta jornada al primer acto presencial de una vuelta al colegio escalonada que en Ávila protagonizarán los primeros alumnos (Infantil y Primaria) de los  23.280 totales, prácticamente los mismos que el curso anterior (hay un aumento mínimo del 0,06%). Pero más allá de las cifras, este año la atención se centra en un aspecto, el impacto que pueda tener la expansión del coronavirus en las aulas, y eso que la práctica totalidad de la comunidad educativa apuesta por la recuperación de las clases presenciales, dada la experiencia de la enseñanza on line del curso pasado. Evitar los contagios y detectar precozmente y aislar los posibles casos que puedan producirse en los centros son los dos objetivos fundamentales a corto y medio plazo. 

En Ávila estos días previos han estado marcados por la adaptación de las instalaciones, a contrarreloj, al protocolo elaborado por la Junta de Castilla y León para el curso escolar y por la elaboración de planes específicos en los centros para informar a padres y alumnos.

La principal medida que cambiará la imagen en los centros es el uso obligatorio de mascarilla para los alumnos a partir de 6 años de edad y el mantenimiento de la distancia de seguridad interpersonal de 1,5 metros, de forma simultánea, en todas las instalaciones. En Educación Infantil y primero de Primaria no se aplicarán los criterios de limitación de distancia sino que se constituirán grupos estables de convivencia de 22 escolares que no necesitarán usar mascarilla y que tampoco interactuarán con el resto ni compartirán espacios, en la medida de lo posible.

Los colegios e institutos han teniedo que organizar el uso de los espacios comunes y las entradas y salidas, las cuales serán lo más escalonadas posibles y utilizando todos los accesos. Se ha instado a señalizar las vías de llegada y evacuación, así como los distintos recorridos.

En las aulas, que se ventilarán periódicamente, se deben asignar puestos escolares fijos, así como en los servicios de comedor y transporte, los cuales se mantienen. Para el comerdor se establecerán turnos y se zonificará el espacio según los grupos estables de convivencia organizados en el centro para evitar la interacción en la medida de lo posible. 

Se evitarán aquellas actividades que conlleven la mezcla de alumnado de diferentes grupos de convivencia o clases en las que no se pueda mantener la distancia. Para el primer trimestre quedan suspendidas las  actividades  extraescolares.

La higiene, tanto la personal como la de las instalaciones, será uno de los caballos de batalla.Y es que el protocolo obliga a una higiene de manos de forma frecuente y meticulosa al menos a la entrada y salida del centro educativo, antes y después del patio, de comer y siempre después de ir al aseo, y en todo caso un mínimo de cinco veces al día.

si aparecen casos. ¿Y qué hacer si aparecen casos? Los ejes pasan por evitar la asistencia al centro de personas sintomáticas;el aislamiento precoz y referencia al sistema sanitario de personas con síntomas;el mantenimiento de la actividad extremando precauciones hasta confirmar o descartar la infección en la persona sintomática y la cuarentena de los contactos estrechos, así como la realización de PCR  para identificar otros posibles infectados. Ni alumnos ni profesores afectados podrán regresar sin tener el alta.