Con el juego por bandera

B.M
-

Con 300 niños en el primer trimestre, las ludotecas de Ávila está retomando parte del ritmo que perdieron en la pandemia, aunque se ve un cambio en la demanda, este curso más relacionado con el programa de tiempo libre

Lectura de un cuento en la ludoteca - Foto: Isabel Garcí­a

Las  ludotecas de Ávila son un recurso que enseñan a los niños a ver y aprender la vida a través del juego. Y también una forma de ayudar a la conciliación de la vida familiar y laboral de los padres. Ávila cuenta a través del Ayuntamiento con tres ludotecas (sur, centro y norte) en las que se desarrollan seis programas diferentes que abarcan propuestas desde un mes hasta los diez años, la etapa de la vida que más está relacionada con el juego. Es un servicio que, como todos, también sufrió el golpe de la pandemia dado que si normalmente se contaba con unos 400 participantes, la covid-19 bajó su participación a 120, pero este primer trimestre del 'curso' ya se están recuperando y ha logrado ascender a 300.

El objetivo de las ludotecas, relata Paloma del Nogal, concejala de Servicios Sociales, acompañada de Mari Cruz Gutiérrez, coordinadora de las ludotecas, es «dar los niños un lugar donde desarrollarse cognitivamente y motrizmente, a parte de hacer amigos e interactuar con otros niños. También es un punto de encuentro entre padres».

Precisamente, uno de los puntos que distinguen a las ludotecas de Ávila, explica Gutiérrez, es la alta implicación por parte de los padres a la hora de participar en los programas porque «también es un recurso para que los padres vean la necesidad del juego, se impliquen en el juego del niño y colaboren en su crecimiento y compartan actividades con ellos. Una de las características principales de nuestras ludotecas es la participación de los padres en diferentes tipos de programas», insiste.

Es más, asegura que «hay muy pocas en España en las que los padres se impliquen en las actividades con los niños, también porque muchas son para niños escolarizados y aquí nos centramos en niños de 1 a 3 ó 1 a 6 años», comenta la coordinadora de las ludotecas.

Las ludotecas no son otra cosa que centros infantiles de ocio y tiempo libre, que tienen como función principal desarrollar el juego como una necesidad básica que tienen los niños, sobre todo desde el nacimiento hasta los seis años. «Porque la principal actividad del niño, todo lo que va a hacer cuando es pequeño está relacionado con el juego, es su actividad principal y para satisfacer esa necesidad aparecen las ludotecas», insiste.

Las ludotecas se convierten en este punto en lugares donde jugar y así dar una mirada al mundo que les rodea y ayudar a desarrollarse. Esto, en el caso de Ávila, se hace con una oferta que tiene una parte para los más pequeños, la denominada 'Ludobebé', que es para niños de 1 a 12 meses. Son los más pequeños y para ellos hay dos grupos, de cero a seis meses y de seis a doce meses. En esta ludoteca se trabaja «con psicomotricidad, cognitivo, luces, sobre todo estimulación corporal y sensorial, para preparar su desarrollo, crecimiento y maduración».

Es un programa que va siempre con padres porque «el padre es el encargado de facilitar la estimulación al niños, sobre todo de 1 a 4 meses, pero luego también».

En 'Primera Infancia', de 1 a 3 años, ya hay un punto más educativo dado que se realizan todo tipo de actividades de educación infantil pero teniendo como recurso principal el juguete, las actividades lúdicas, «con el repertorio de juguetes que tenemos en la ludoteca» y que no pueden encontrar en un número tan extenso en sus domicilios.

'Pequeteca' y 'Juego en familia' también es para niños de 1 a 3 años, con programas en los que vienen acompañados por los padres y que se desarrollan por las tardes. Se completa la oferta con la ludoteca de 'Ocio y tiempo libre', para niños de 3 a 10 años, lo que supone ya llegar a niños de Educación Primaria.

Con ella se mantiene a los niños con un juego libre y espontáneo, «quizá el más importante para el niño porque va probando las capacidades que va adquiriendo como él quiere, solo por el placer de jugar», aunque también se mantienen actividades más dirigidas, con dinámicas de juego, estrategias, cómo comportarse delante de otros niños y se completa la oferta de juego con los denominados 'Talleres', que son una actividad sistemática, más dirigida a un tipo de juego específico como pueden ser las construcciones o manualidades.

La mayor demanda normalmente se sitúa en las ludotecas en las que los niños vienen con padres pero este año con la pandemia es lo contrario y donde más niños hay es en los programas de 'Ocio y Tiempo Libre' aunque habitualmente los de 'Pequeteca' y 'Juego en Familia' «siempre han estado muy llenos y con lista de espera». Sí que se mantiene que hay niños que empiezan como bebés y están hasta los diez años, además de que, como siempre, hay igualdad en los juegos (todos juegan con todo tipo de juguetes y se trabaja en juegos no sexistas) e inclusión de niños con discapacidad.

Habitualmente, la inscripción en las ludotecas se realiza a finales de agosto y principios de septiembre, como una forma de optar a estos programas que siguen el calendario escolar y que tienen una parte de su oferta por la mañana y otra por la tarde. Los niños pueden participar en más de un programa, de modo que está abierta la inscripción durante todo el curso (contactando con las ludotecas) si hay plazas. Normalmente se cuenta con un proyecto anual en el que se trabaja y que este año está siendo la ciencia, siempre compaginado con el juego pero con divertidos experimentos. Además, cuando hay momentos especiales se trabaja durante toda la semana ciertos contenidos como puede la semana europea o la de la infancia.

Además en verano se cuenta con la denominada 'Casita del parque', que también el verano pasado se tuvo que adaptar a la pandemia.