Los desayunos de la Unión de Jubilados y Pensionistas de la UGT recibieron  este jueves con los brazos abiertos «a una veterana ugetista» -como se define ella- y a quien fuera ministra del Gobierno de Felipe González, Matilde Fernández, quien además fue presentada como « una clara defensora de los derechos de la mujer». Llegaba para celebrar el X desayuno de la asociación organizadora  y recaló para hablar de Servicios Sociales en el estado del bienestar. Un tema que sin duda estimaba «debe estar en todas las agendas de los partidos políticos» y debe «ser una prioridad» pues cada vez hay más asuntos que tratar en este área tan amplia.

Precisamente por la evolución de la sociedad tenía claro Fernández que en esa agenda había que incluir soluciones a la soledad de nuestros mayores, cada ver mayor a su vez porque somos más urbanos y no hay tanta cercanía como en las sociedades rurales. Un conflicto que también es fruto de otra realidad: vivimos más años. 

Ponía el claro ejemplo del que hemos tenido conocimiento hace escasas fechas, de la mujer que apareció momificada después de haber muerto hace cuatro años, una psicóloga que además decía Fernández «vivía en el que es mi barrio» y con la que también compartía profesión. En definitiva un ejemplo más de soledad a la que hay que buscar soluciones.

A los mayores congregados en el salón de actos de UGT se dirigió Fernández porque son gente además a la que le gusta pensar, no estar parados y en definitiva quieren «darle al coco». A ellos les transmitió que desde la ONG que ella preside han lanzado una propuesta a los diferentes partidos políticos del espectro nacional para que abrieran sus agendas para hacer frente al problema de la soledad. Preguntada por si realmente los partidos lo llevan en el programa aseguró que PP yPSOE, sí, y que Unidas Podemos habla de ello, pero de diferente manera. 

De los dos primeros dijo que han logrado que finalmente se comprometan a que  haya un foro y un plan estratégico para tratar el asunto. Así que, sí, algunos lo tomarán en consideración.

Por supuesto habló la ex ministra de la historia de los servicios sociales en el estado del bienestar, de las políticas que empezaron a gestarse en los años 80, si bien se daba prioridad a otros asuntos para alcanzar ese bienestar, tales como las pensiones, la sanidad o la educación. Asuntos a los que no hay que descuidar. Ahora bien esta área de los servicios sociales, muchas veces según dicen los técnicos y explicaba Fernández «siguen siendo el hermano pobre del estado del bienestar  y es cierto». Al tiempo hizo la ex ministra un poco de historia de ellos, de cuando comenzaron a construirse en los años 80, rememoraba, «para sobre todo crear empleo a la vez que (con programas y equipamientos) se hacía integración e intervención social y se atendía a diferentes maneras a los diferentes colectivos». Superada la crisis de principios del S.XXI, decía, «hay que insistir en los servicios sociales incluyendo las nuevas realidades». Y estas pasan por «el envejecimiento del envejecimiento y la soledad no deseada, que están ahí», manifestaba Fernández. Son las nuevas enfermedades sociales que nacen fruto del desarrollo y pasan por las familias que se empobrecen, los trabajadores pobres que no llegan a fin de mes y como es esta nueva figura de la soledad por vivir más años y porque se han creado sociedades más urbanas y menos solidarias (que las rurales).

Empresas, ONGs, economía social deben formar parte también de las políticas sociales en las que intervienen multitud de actores.