El camino a la integración laboral tras la cárcel

SPC
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El programa Reincorpora, que se desarrolla en centros de Burgos, León, Palencia, Valladolid y Zamora, facilitó itinerarios de inserción sociolaboral a 154 presos de la Comunidad en 2018

Dos participantes en el programa Reincorpora realizan trabajos de cocina.

Una nueva oportunidad para formarse, implicarse en la sociedad y conseguir un empleo. El programa Reincorpora de La Caixa ofreció itinerarios de inserción sociolaboral en Castilla y León a 154 internos de los centros penitenciarios de Burgos, León y La Moraleja (Palencia) y de los centros de inserción social de Valladolid y Zamora durante el año pasado. El proyecto se realiza en colaboración con el Ministerio del Interior a través la Entidad Estatal Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo y se dirige a población reclusa de toda España en la fase final de su condena.

El programa, desarrollado en Castilla y León por la Fundación Lesmes, Proyecto Hombre, Foremcyl, la Fundación Rondilla y ADES, ofrece itinerarios personalizados adaptados a las necesidades de preparación técnica y personal de los internos que combinan formación, acciones de servicio a la comunidad e integración laboral, con el objetivo de que la persona amplíe sus competencias, refuerce valores y mejore habilidades personales y profesionales que le ayuden en su camino hacia la plena inclusión social y laboral.

Las cifras de integración laboral de los internos avalan la consolidación del programa. En 2018, 95 de los participantes que finalizaron su itinerario de inserción sociolaboral consiguieron un trabajo gracias a 47 empresas contratantes. En toda España, 1.209 internos consiguieron el año pasado un trabajo a través de Reincorpora gracias a la colaboración de 771 empresas.

«Queremos facilitar que las personas privadas de libertad puedan reconducir su proyecto vital y lo hacemos acompañados de la Administración, con quien sumamos esfuerzos desde hace ya casi una década», explicó el presidente de la Fundación Bancaria La Caixa , Isidro Fainé.

El año pasado, los internos de Reincorpora tuvieron acceso en Castilla y León a 84 formaciones que combinan formación en competencias transversales y teóricas con la realización de prácticas no laborales en la empresa ordinaria, lo que permite, entre otros aspectos, a los participantes demostrar lo aprendido en el aula y acercarse al mundo empresarial. Los internos han podido formarse en servicios básicos de restauración, atención al cliente, logística, pescadería, personal de almacén o limpieza en grandes superficies, entre otros.

Otra de las piedras angulares de Reincorpora es la participación de los internos en servicios a la comunidad dirigidos a dar respuesta a necesidades del entorno más inmediato y a fomentar competencias, habilidades y valores, al mismo tiempo que se promueve la participación social y el compromiso cívico de los participantes. Solo en 2018, 1.971 personas se beneficiaron de estas iniciativas en Castilla y León.

Por provincias

En el caso de Valladolid, 31 fueron los internos del Centro de Inserción Social los que se vieron beneficiados con esta iniciativa, desarrollada en la provincia por la Fundación Rondilla. En 2018, todos los participantes que finalizaron su itinerario lograron trabajo gracias a las 12 empresas contratantes.

En el caso de Burgos, el proyecto ha facilitado la inserción sociolaboral a 27 internos del Centro Penitenciario de Burgos durante el año pasado. En 2018, 12 de los participantes que finalizaron su itinerario de inserción sociolaboral consiguieron un trabajo gracias a seis empresas contratantes.

En León, este programa desarrollado por Proyecto Hombre ofreció itinerarios de inserción sociolaboral a 29 internos del Centro Penitenciario el año pasado, de los cuales 11 de los participantes que finalizaron su itinerario de inserción sociolaboral consiguieron un trabajo gracias a nueve empresas contratantes.

Por su parte, 26 internos del Centro de Inserción Social de Zamora se beneficiaron con esta iniciativa, que fue desarrollada en esta provincia por la Asociación de Desarrollo Social (ADES). Durante el 2018 fueron 18 los participantes que finalizaron su itinerario de inserción sociolaboral, consiguiendo un trabajo gracias a once empresas contratantes. Además, los internos tuvieron acceso a 21 formaciones, entre ellas auxiliar de almacén, limpieza en grandes superficies y actividades auxiliares de hostelería.