No es muy conocido en Ávila, a pesar de la notable importancia que tiene para la ciudad y la trascendencia que tiene a nivel nacional en aspectos tan importantes como la seguridad ciudadana y la recuperación animal, el Centro de Cría Caballar El Pradillo que el Ejército tiene en funcionamiento en nuestra capital desde hace tres décadas, instalaciones perfectamente preparadas para su fin de cuidado de los caballos en las que también cabe una Unidad de Socialización Canina, que es además la única que existe en España, en la cual se adiestran perros para que luego puedan desarrollar con las máximas garantías una importante labor de apoyo a las unidades de las Fuerzas Armadas y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en todo el país.
Este doble centro del Ejército de Tierra, que llegó a nuestra ciudad desde Alcalá de Henares buscando una nueva ubicación que pudiese atender todas sus necesidades, no es una fuente de generación de empleo tan importante como puede serlo la Escuela de Policía, ni tampoco es esa una de sus aportaciones directas o indirectas a la capital, pero en ese aspecto es importante el hecho de que acoja a numerosos miembros de las Fuerzas Armadas en todos los pasos del escalafón, con lo que ello implica de fijación de población.
Lo que sí tiene de singular y además muy importante, y eso siempre hay señalarlo para ser conscientes de ello y saber primero valorarlo y luego cuidarlo en la medida de lo posible, es esa gran aportación que ese centro hace por un lado al mundo de los caballos en España, en paralelo con los otros de esta especialidad que se reparten por España, y por otro al ámbito de la seguridad ciudadana, siempre muy sensible, ya que desde su puesta en marcha en el año 2011 ha dado a las unidades cinológicas de las Fuerzas Armadas y a los Cuerpos de Seguridad casi 600 perros socializados y entrenados para desarrollar labores esenciales como la búsqueda de explosivos o de personas heridas y desaparecidas, la localización de drogas o el apoyo a la seguridad.
Ser referente de algo bueno siempre es importante, y por eso hay que agradecerlo y cuidarlo, ya que se puede disfrutar de la doble satisfacción de saber que se está apoyando de alguna manera a algo que ayuda a mucha gente, por un lado, y porque llevar el sello de 'made in Ávila' es para sentirse orgullosos, por el otro.
Por eso la ciudad de Ávila debería ser quizás un poco más consciente de que tiene en El Pradillo, entre las dos líneas ferroviarias que van hacia Salamanca y hacia el norte de España, un centro del Ejército al que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y también en algún aspecto ganaderos e incluso defensores de la biodiversidad, miran con agradecimiento porque es un referente bueno por muchos motivos. Que cumpla muchos años más entre nosotros.