"La Sierra de Ávila tiene un potencial que hay que explotar"

M.M.G.
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La juventud de María Blanco no le ha impedido estar al frente de un negocio, el restaurante Soul Kitchen, que llega a dar trabajo a 25 personas en algunos momentos del año. Y eso sin dejar de lado su verdadera pasión, la arqueología

"La Sierra de Ávila tiene un potencial que hay que explotar" - Foto: Belén González

Cuenta María Blanco (Ponferrada, 1985) que iba par traductora. Pero aquella niña que creció mirando a las Médulas desde el mirador de Orellán; que se extasiaba contemplando a su tío abuelo excavar en esas tierras rojizas; y que escuchaba las historias de su padre minero terminó descubriendo a su madre de una manera muy original que ella, lo que de verdad quería hacer, era estudiar Historia. «Me presenté en Salamanca a los exámenes de Traducción pero los hice mal adrede, así que le dije algo así como ‘qué mala suerte’», sonríe ahora al recordar una historia que asegura ya confesó a su madre y que es sólo el comienzo de una carrera que por circunstancias de la vida (y del amor) se ha desarrollado en gran parte en Ávila. La vida quiso que en su camino se cruzara un abulense, Juan Pablo López, arqueólogo como ella y con el que a día de hoy no sólo comparte formación, un estilo de vida e incluso un hijo. Juntos son los propietarios de Soul Kitchen, el restaurante que se ubica en la que fuera casa de Tomás Luis de Victoria y con el que dan empleo a doce personas durante el año y hasta a 25 en época estival, con su ‘ampliación’ en el Country Soul, en El Soto.

Así que María es arqueóloga pero también empresaria. Combina ambas facetas multiplicando las horas del día y poniendo en cada cosa que emprende todo su entusiasmo, que es mucho.

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza sobre Ávila?

El frío, pero en el sentido positivo, porque a mí me gusta más el invierno. Pero el frío de Ávila, ése que te corta la cara, que te hace ir bien abrigado, a mí me encanta.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

El cielo azul. Recuerdo que cuando estábamos en Roma, cuando volvíamos y veíamos el cielo azul nos deslumbraba, nos llamaba mucho la antención. 

¿Y lo que menos?

Quizá el pesimismo existencial que tiene la gente de Ávila que dice que todo está mal.

Un lugar para perderse.

Cualquiera de sus calles. Me gusta mucho la calle de la Muerte y la Vida o de la Cruz Vieja. Me parece una calle muy sugestiva. 

Un recuerdo de la infancia.

Recuerdo pasear por las galerías no conocidas de las Médulas, con una linterna... Ahora no se puede, va mucha gente y sería una responsabilidad. 

Un personaje abulense que le haya marcado.

Podría decir Tomás Luis de Victoria, porque Soul Kitchen está en la casa de Tomás Luis de Victoria. Pero voy a reivindicar la figura de Antonio Molinero. Fue el descubridor de la Mesa de Miranda. Él era veterinario pero le apasionaba la arqueología y creo que es uno de los personajes abulenses que está un poco olvidado.

El mayor cambio que necesita Ávila es…

Yo creo que de actitud. Ávila lo tiene todo para que le vaya bien.De hecho yo creo que le va bien. Es verdad que la gente se queja de la falta de trabajo pero creo que es algo general de las pequeñas ciudades. Pero creo que el mayor cambio es de actitud. 

Y tiene que mantener…

Su respeto por el patrimonio, por su cultura, por sus tradiciones... Seguir la linea que lleva hasta ahora de defender lo suyo y de ponerlo en valor.

¿Qué le parece la ciudad hoy día?

Yo estoy encantada. He vivido en una ciudad europea y en una ciudad más pequeña. Y yo me quedo con Ávila. Es una ciudad perfecta para criar a los niños.Tienes todo cerca. Creo que es la ciudad perfecta: es tranquila, con precios asequibles...

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Espero que mejor y que la gente no se siga yendo. Que siga habiendo gente joven, gente que apueste por la ciudad, que se creen nuevos empleos... Todo eso que hace falta.

¿Qué puede aportar a la ciudad?

Más trabajo. Mi intención es seguir aquí por mucho tiempo trabajando y ayudando en lo que me sea posible. Me gustaría mantener Soul Kitchen durante mucho tiempo. Me gustaría investigar por la ciudad y la provincia. Pero el futuro es el futuro y nunca se sabe.