Un tesoro natural en plena ciudad

E.Carretero
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Campo Azálvaro fue este lunes por la mañana el primer destino de las rutas guiadas por la naturaleza organizadas por el Centro Medioambiental de San Nicolás que pretenden mostrar el rico patrimonio, especialmente ornitológico, que posee Ávila

Un tesoro natural en plena ciudad

Mostrar el rico patrimonio natural que posee la ciudad de Ávila. Ése es el objetivo de las cuatro rutas guiadas que, aprovechando el periodo escolar vacacional, han organizado desde el Centro Medioambiental de San Nicolás y que dieron comienzo este lunes por la mañana con un recorrido por Campo Azálvaro, un espacio muy importante por la variedad de especies de aves que habitan en él. «Es una de las zonas con mayor densidad de rapaces de todo el centro peninsular», aseguró Nacho Sevilla, educador medioambiental encargado de guiar este recorrido por este espacio natural que ofrece la posibilidad de observar milanos, buitres negros, buitres leonados y también otras especies como ratoneros, azores o gavilanes.

Como explicó Sevilla a los participantes en esta ruta, entre los cuales había varios pequeños aficionados a la naturaleza como Mario o Alba, desde el punto de vista vegetal Campo Azálvaro, como todo encinar adehesado, está habitado por las especies típicas que acompañan a las encinas y entre las que se encuentran «arbustos espinosos como escaramujos o majuelos» y cuenta también con aves típicas de este ecosistema como los trigueros, los pardillos o los jilgueros.  

Pero no solo aves se pueden ver en Campo Azálvaro, destacó Sevilla antes de explicar que este espacio natural también cuenta con gran riqueza de especies animales como reptiles, con presencia de lagartos ocelados o lagartijas colilargas, pero también mamíferos, «con abundancia de zorros y otros más pequeños como ratones, topillos o musarañas», además de ser en este  lugar «muy interesante la presencia de murciélagos, que es un grupo muy desconocido y que está presentando declives de población bastante importantes».

Así, con los ojos bien abiertos y también con la ayuda de prismáticos, el grupo dirigió sus pasos por el camino que se dirige hacia Bernuy Salinero fijándose bien tanto en las especies vegetales  que iban encontrándose a su paso como también en los animales que habitan este lugar y especialmente en las aves que han elegido Campo Azálvaro como hogar durante todo el año o como destino migratorio.  De hecho, el recorrido incluyó paradas tan interesantes como la realizada en uno de los miradores de este camino desde el que es posible observar una colonia de cría de cigüeña blanca y donde también anidan ejemplares de garceta común y garza real.

«La ciudad de Ávila tiene el privilegio de estar rodeada de una de las zonas con mayor biodiversidad a nivel europeo, lo que permite que sin salir de la ciudad se puedan ver más especies de aves que en algunos países enteros de Europa», aseguró el educador medioambiental encargado de guiar esta ruta.