Visto para sentencia el juicio a los acusados del atropello

M.E
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La acusación mantiene la petición de seis años y medio de cárcel y la defensa, la absolución. Las declaraciones de los agentes apuntan a un exceso de velocidad y a que no se respetaron las normas. El móvil de un acusado se situó en la zona esa noche

Visto para sentencia el juicio a los acusados del atropello - Foto: Isabel García

El juicio contra los dos jóvenes acusados del atropello mortal que en la madrugada del 6 octubre del año pasado causó la muerte del estudiante toledano de Enfermería José Echevarría cuando cruzaba un paso de peatones de la calle Capitán Peñas de la capital abulense quedó visto para sentencia. La Fiscalía y la acusación particular consideraron acreditados los indicios de la autoría de J. E. M. M. y J.M.S. y la implicación en el siniestro de los vehículos de los que son titulares -un BMW y un Seat León- y mantuvieron para ambos la petición de seis años y medio de prisión por los delitos de homicidio por imprudencia grave, conducción temeraria y abandono del lugar, mientras que la defensa, que remarcó que «no hay certeza» de que condujeran ellos, no alteró su petición de absolución y también reclamó su libertad (están en prisión provisional).

La segunda y última sesión del juicio estuvo marcada de nuevo por las fuertes medidas de seguridad dentro y fuera del edificio y por la presencia en la sala de algunos familiares del fallecido, uno de los cuales  al final de la vista no pudo ocultar su dolor y se desahogó con varios insultos.

Después de que el primer día declararan los acusados (negando su participación en los hechos), el forense y varios testigos, ayer le tocó el turno a una docena de agentes de los cuerpos de seguridad, entre policías locales que realizaron labores de peritaje, miembros del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT)de la Guardia Civil,  de la unidad científica de la Policía Local y participantes en el atestado. El exceso de velocidad, con 65 kilómetros por hora en el momento del atropello (con un error de +-5 km/h) para una vía con el límite de velocidad genérico de 50 km/h., aunque con un cruce previo (con la calle Bajada de Don Alonso) que hacía más que aconsejable conducir a una velocidad inferior, el no respeto a las señales de tráfico (ceda el paso y paso de peatones) y la ausencia de huellas de frenada fueron algunas de las claves aportadas.

En las conclusiones, el fiscal vio «reforzada» su acusación y a los indicios sobre la autoría «suficientemente acreditados» por  ser los titulares de los vehículos, las huellas, por los restos de ADN o la localización de los móviles, como también entendía probada la conducción temeraria. Sobre la coautoría, explicó que los dos tienen una «conducta imprudente» e «incumplen los mismos objetivos de cuidado mínimo» a la hora de circular, al tiempo que señaló el  «intento de ocultación de indicios». 

La acusación particular reprochó a los acusados que no hubieran dado respuesta a lo que sucedió y coincidió en que conducían «de forma anormal y ajena a cualquier normativa», además de «abandonar el lugar y ocultar los vehículos y a ellos mismos». Sobre la autoría también ve indicios suficientes por las imágenes grabadas, por la situación de los móviles o porque en el caso de J.E.M. «era el conductor habitual del BMW».

La defensa, por su parte, insistió en que «no hay certezas sobre la autoría y eso es clave». En cambio, «surgen 50.000 dudas», señaló, al considerar que «no hay exclusividad» en el uso de los vehículos o de los móviles, que aunque hubieran estado en la zona no tenían por qué estar al volante y que no hay grabaciones del momento del accidente. «De uno de ellos sí, pero siete horas antes», dijo. «Aquí parece que tenemos un encubrimiento», dijo, para añadir que tampoco está claro el momento de la muerte ni qué vehículo la produjo, de manera que a su juicio no se podría condenar a ninguno de los dos acusados y sería un «caso fortuito».