Carlos Escorial se ha pasado la vida de avión en avión, recorriendo el mundo como parte de su trabajo como abogado experto en inversiones. Hasta que hace algo más de un año se jubiló y se asentó en Las Navas del Marqués, donde prácticamente desde que dejó de trabajar se incorporó como voluntario y presidente de la asamblea navera de Cruz Roja, que cuenta con un equipo de 40 voluntarios. Antes ya había sido voluntario, tanto aportando tiempo como recursos económicos, de otras organizaciones como Acnur o Médicos Sin Fronteras. Y es que, reconoce, la cuestión social y el asociacionismo «siempre» le han movido.  «El agradecimiento de la gente me proporciona una satisfacción inmensa», reconoce este abogado jubilado al hablar de lo que le aporta dedicar su tiempo a los distintos programas que Cruz Roja desarrolla en Las Navas dirigidos fundamentalmente a mayores, juventud, niños y atención sanitaria. Habla, por ejemplo, del acompañamiento que los voluntarios realizan con las personas mayores que tienen que ir al médico o de las llamadas del servicio de teleasistencia que permiten comprobar que la persona se encuentra bien o saber si tiene alguna necesidad puntual. 

«Tener ganas de ayudar, conocer el proyecto de Cruz Roja, recibir una pequeña formación y elegir cómo se quiere colaborar» es, detalla Escorial, lo que se pide a los voluntarios que quieran aportar su granito de arena con Cruz Roja. 

Cuatro años lleva Sangara Sánchez colaborando con esta organización cuyo trabajo descubrió en Zamora mientras realizaba sus prácticas académicas de Trabajo Social y a la que sigue ligada en Ávila, como voluntaria. En su caso, explica, su labor principal se centra en el área de juventud, donde desarrolla tareas de sensibilización y  prevención de conductas violentas a través de charlas en institutos y otras actuaciones. También realiza parte de su voluntariado en el centro penitenciario de Brieva, donde imparte formación en materia de habilidades sociales y resolución de conflictos. 

«Me gusta mucho la integración social, creo firmemente en la reinserción de la gente y es una forma de aportar para mejorar las condiciones sociales», explica esta voluntaria de 40 años cuáles son los motivos que le llevan a dedicar al menos cuatro horas semanales a estas actuaciones totalmente altruistas. «No solo es muy gratificante, tanto a nivel profesional como personal, sino que ser voluntario te obliga a salir, ayuda a ampliar tus redes sociales, te permite conocer gente y, en definitiva, aportar un granito de arena para cubrir necesidades de la sociedad», señala Sangara que no duda en animar a todo el mundo a hacerse voluntario. 

encuentro anual. Carlos y Sangara son dos de los más de mil voluntarios con que cuenta Cruz Roja en Ávila, organización que en 2020 sumó 146 nuevas altas, que elevan hasta las 1.018 las personas voluntarias en esta provincia. 

Este domingo, 5 de diciembre, se conmemora el Día Internacional del Voluntariado, jornada que Cruz Roja celebró días atrás en Las Navas con un encuentro al que acudieron medio centenar de voluntarios y voluntarias de sus diez asambleas locales. 

El voluntariado, destacan desde esta organización, es la base fundamental de Cruz Roja y el que permite que a nivel nacional se desarrollen más de mil proyectos que cada día dan respuesta a las necesidades de millones de personas en toda España.