El Colegio Pablo  VI y sus alrededores han sido el escenario este sábado de un evento cada vez más multitudinario: la Carrera de la Familia, que alcanza ya su quinta edición y que, cual marea, ha inundado con el verde de las camisetas que lucían los participantes el entorno urbano del centro educativo. Más de mil personas han respondido a la convocatoria, sobre todo familias con hijos matriculados en el Colegio Pablo VI, que han sido los verdaderos protagonistas de un evento organizado precisamente con el objetivo de fomentar el deporte, la convivencia y el ocio en familia. Los primeros en tomar la salida han sido los bebés, que han protagonizado una minicarrera no competitiva que ha dejado estampas muy entrañables. Y a medida que avanzaba la mañana lo hacían los benjamines, los alevines, los infantiles y los cadetes, que fueron completando el recorrido y disfrutando entre amigos, siempre recibiendo los ánimos del público. El broche de oro a la mañana lo puso la carrera familiar, la prueba más numerosa, en la que padres e hijos midieron sus fuerzas -unos corriendo, otros andando-, pero sobre todo compartieron un rato ameno y divertido. La marea verde que todos formaron al salir juntos del patio del colegio para regresar al mismo punto una vez hecho el circuito llenó de color esperanza los aledaños del centro educativo y el propio patio.  Allí estaba también una representación de Aspace, asociación sin ánimo de lucro que presta servicio a las personas con parálisis cerebral y a sus familias y a la que van destinados los fondos de la fila cero creada con motivo de la V Carrera Familiar. Su directora gerente, Guiomar Martín, agradecía el gesto y ponía en valor "la visibilidad" que este tipo de eventos otorgan a las asociaciones que trabajan con personas con discapacidad.