«Soy el jubilado con menos tiempo libre disponible»

A.S.G.
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Carlos Soria hace repaso de un año «complicado» en el que se le volvió a resistir el Dhaulagiri hasta en dos ocasiones. «Siempre lo peleo, pero lo importante es volver en condiciones». Y ya piensa en volver a intentarlo

Carlos Soria, en su última expedición al Dhaulagiri el pasado otoño. - Foto: Carlos Soria

Es difícil imaginar a Carlos Soria lejos de sus montañas, incluso aunque el veterano montañero abulense vaya cumpliendo años. Con 82 intentó hasta en dos ocasiones conquistar el Dhaulagiri y con 83, los que cumpla el próximo 5 de febrero, volverá a probar suerte, si  todo sale como desea, en el ochomil que más se le está resistiendo en su carrera. «Las hay más difíciles». Lo sabe de buena mano, pero por unas u otras causas no ha podido aún conquistar una de las dos cimas que le quedan –junto al Shisha Pangma– para completar los 14 ochomiles del planeta. No se plantea dejarlo, ni mucho menos, porque la montaña forma parte de su vida, aunque en este 2021 no le haya sonreído como hubiera querido.

«Ha sido un año complicado» reconoce. «En la primavera nos encontramos con una situación muy complicada con el covid-19. Fue terrible» recuerda en una expedición que tuvo que marcharse a la carrera ante el estado de la pandemia en Nepal. En otoño y sin un patrocinador principal trató de nuevo de alcanzar su objetivo. «Hubo una gran nevada. Llegó algún sherpa a la cumbre pero jugándose la vida, con nieve hasta la cintura, 21 horas desde el campo 3 hacia la cumbre» relata Carlos Soria, que no está teniendo suerte con este ochomil. «Siempre que lo hemos intentado no hemos encontrado la montaña en condiciones».

El sabor es agridulce. No ha conseguido el premio pero no ha dejado de intentarlo y eso le reconforta. «Siempre lo peleo, pero en esto de la montaña lo importante es volver a casa en condiciones y eso es lo más importante. Cuando se puede se sube.Siempre que me bajo lo hago pensando que he hecho lo que tenía que hacer». Deja atrás ya el 2021 en lo deportivo y comienza a mirar al 2022 con ganas. «Tenemos planes».Le cambia la voz al abulense cuando habla de ello. «Espero poder volver en primavera de nuevo al Dhaulagiri». Lo tiene claro.

Lo hará con 83 años, «son los que hay, no me puedo quitar ninguno», lo cual hará del reto una superación aún mayor. «Estoy ya entrenando mucho. Nunca estoy parado». Tiene previsto continuar su preparación en los Pirineos antes de marcharse en enero al Nevado Ojos del Salado, en la cordillera de los Andes, en el límite entre Argentina y Chile. Con sus 6.891 metros es el volcán más alto del mundo. «Nos servirá para aclimatarnos, para prepararnos para, a mediados de marzo, ir a Katmandú». Son los planes iniciales que maneja en estos momentos el veterano abulense, que ya está buscando los apoyos económicos necesarios. «La situación se ha puesto difícil.Algo conseguiré pero necesitaríamos un buen apoyo para montar una buena expedición» reconoce. «Voy a ir con toda la intención de subir a la cumbre». Y espera que esta vez ya no se le resista.

Lo que no se le resiste es el cariño de la gente. Tiene la agenda repleta de actos y participaciones en eventos de montañismo donde le llega el aprecio y admiración de los aficionados. «Se siente mucha emoción» comenta tras participar en actos en Arenas de SanPedro,Bembibre, Aranda de Duero, en IFEMA... «La verdad es que no paro. Soy el jubilado con menos tiempo libre posible» comenta. Y en su tiempo la montaña siempre ocupa y ocupará un lugar muy destacado.

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