El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, aseguró que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene que marcharse cuanto antes a su casa porque es un problema para las personas, por generar «inseguridad, confusión y caos», mientras el portavoz socialista, Luis Tudanca, lo acusó de mentir y de no decir «la verdad ni al médico».

En la sesión de control del pleno de las Cortes, Tudanca preguntó al presidente si consideraba que la Junta estaba transmitiendo la seguridad que necesita Castilla y León para su recuperación económica y social, a lo que le respondió que el empeño de su gobierno es garantizar la seguridad sanitaria para recuperar así la actividad económica y proteger a los más vulnerables.

El socialista recordó al presidente de la Junta que el 13 de abril habló de ayudas por 162 millones a los sectores más afectados; el 25 de mayo, de 420 millones, si bien aseguró que el portal de transparencia asegura que ni la cuarta parte se ha dedicado a estas líneas, puesto que aseguró incluye «lo que le dan otras administraciones».

Sin embargo, Mañueco situó ayer en 464 millones las ayudas otorgadas a las empresas y autónomos afectados por la crisis derivada de la covid, a los que añadió otros 550 en liquidez y otros 200 pendientes de que el Gobierno abone el IVA de diciembre de 2018. Ante este cúmulo de cifras, el portavoz socialista, Luis Tudanca, expresó su temor de que Castilla y León pierda la oportunidad de la recuperación y los fondos europeos con las recetas de siempre contra la despoblación y la corrupción «campando a sus anchas».

El presidente le respondió que representa «el sanchismo más puro» en Castilla y León y le afeó que presentara la moción de censura «más indigna y vergonzante» en el momento de más incertidumbre. De hecho, aseguró que se tiró «al barranco» antes que Iván Redondo. «Castilla y León no necesita el barranco de Sánchez», dijo, sino un gobierno como el suyo que ofrezca seguridad, certidumbre y tenga las ideas claras.

Tudanca le recordó que dijeron que los consultorios no estaban cerrados, mientras ahora anuncian que se reabren, pero a su juicio sin atención presencial, así como las críticas al reparto de vacunas, por ser inferior al porcentaje de población, y a los retrasos de envíos, cuando llegaron 118.000 más en abril y mayo.

Mañueco aludió al último capítulo del Gobierno con las restricciones, suspendidas tras el varapalo judicial. Por ello, indicó a Tudanca que, según su doctrina, tendría que dimitir Sánchez.