La Guardia Civil de Ávila formuló 96 denuncias por infringir la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, durante la VIII edición del Shikillo Festival que tuvo lugar en Candeleda (Ávila), por «consumo o tenencia de drogas en lugares, establecimientos o transportes públicos» o por «tenencia de armas prohibidas en espacios públicos». También se interpusieron denuncias por «llevar perros potencialmente peligrosos sin bozal», según informaron fuentes de la Guardia Civil en un comunicado.

Del mismo modo, se presentaron otras denuncias por realizar fuego en lugares no habilitados para ello, incumpliendo así la Ley de Montes de Castilla y León. Entre los dispositivos puestos en marcha, se incautaron diferentes estupefacientes como marihuana, hachís, éxtasis, speed, cristal, cocaína, cigarros, porros y hongos alucinógenos.

Estas actuaciones estuvieron enmarcadas dentro del Plan de Prevención de Seguridad Pública que la Benemérita implementó entre el 31 de julio y el 4 de agosto en la localidad durante el festival. El plan tuvo como misión garantizar la seguridad ciudadana, el orden público y la ordenación del tráfico, así como proporcionar una respuesta adecuada ante incidentes, y colaborar con los servicios de emergencia.

En el operativo participaron diferentes unidades del Cuerpo, como el Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), el Servicio Cinológico compuesto por un guía canino con el perro detector de drogas, la Unidad de Seguridad Ciudadana de Comandancia (Usecic), el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona), el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Ávila, componentes de Seguridad Ciudadana de la Unidad Territorial de la Guardia Civil de Arenas de San Pedro (Ávila), además de Policía Local, Protección Civil y Seguridad Privada.