Hace tiempo callaron los aplausos de las 20 horas para los sanitarios en tiempos de pandemia. Coincidió con el inicio de la desescalada, con los primeros pasos de los niños de la mano de sus padres, con el desconfinamiento de los mayores, con la bajada de contagios y de fallecidos... Pero nadie olvida que pese a las muchas, muchísimas bajas entre la población éstas podían haber sido muchas más si no fuera por el trabajo incansable, doliente, doloroso y tremendo de unos sanitarios que han estado al pie del cañón y que también se han contagiado (incluso antes de que llegara el pico y con una afectación en Ávila del 14% de la plantilla).
Ellos han sufrido y se han dejado cuidar por sus compañeros, gente muy muy vapuleada por la pandemia y con los corazones destrozados por lo que sólo ellos han visto.
Para esos sanitarios el aplauso será constante y seguirá resonando. Es su trabajo y cuando han podido lo han dado todo y más sin importar las horas ni el ir más allá del que era su cometido sobre contrato. Pero para que conste, coincidiendo con el día en el que se ponía el punto (esperemos que final) al estado de alarma, la sociedad abulense se organizó en las redes sociales para reiterar las gracias a quienes están en la Sanidad. La llamada la hizo Luis Alberto Pindado, presente en un homenaje a las puertas del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles que fue el lugar de encuentro del aplauso final. A Pindado le hubiera gustado que fueran más los congregados (decenas de abulenses), pero el aplauso y los vivas resonaron con fuerza durante largo tiempo y los profesionales lo recibieron emocionados. Allí acudió también, «como un ciudadano más pero también en representación de la Junta de Castilla y León» su delegado en Ávila,José Francisco Hernández Herrero, para entregar una placa a la gerente de Asistencia Sanitaria María Antonia Pedraza (que lo recogió en nombre de todos los sanitarios) para que consten las gracias y el aplauso eterno.
Un homenaje de la ciudad a esta «tan brillante labor que han ejercido ante el importante desafío de la covid-19 en Ávila y prácticamente en todos los lugares del mundo», dijo el delegado. Son «muchas las horas, muchísimos los desvelos y muchísimo el mérito que tienen todos los profesionales de Primaria y Especializada que han estado al pie del cañón y que se han enfrentado a una enfermedad absolutamente desconocida que ha tenido muchísimos estragos y que hubiesen sido muchísimos más si no fuera por su profesionalidad y su valía». En todo ello incidía Pedraza, «en ese trabajo a una», en el que «no ha habido suficientes horas en el día» y del que han formado parte todos y cada uno de los profesionales, del primero al último». El profundo agradecimiento quedará ya grabado para siempre.