EDAR de Soria y captación de Cogotas, caminos divergentes

J.M.M.
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El acuerdo entre Junta y Ministerio en 2019 que propició desatascar ambos proyectos no ha tenido el mismo resultado, ya que en la capital soriana están a punto de iniciarse las obras, mientras en Ávila se sigue a la espera de si se ejecutará o no

EDAR de Soria y captación de Cogotas, caminos divergentes - Foto: Isabel García

La captación de agua desde el embalse de Las Cogotas para el abastecimiento de Ávila y la estación depuradora de aguas residuales de Soria eran proyectos enquistados que en 2019 cruzaron sus caminos y propició un acuerdo entre el Ministerio para la Transición Ecológica y la Junta de Castilla y León para salvar los escollos que presentaban y darlos un impulso definitivo. Sin embargo, su trayectoria desde ese momento ha sido divergente. Este acuerdo, según explicó en aquel momento el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, consistía en que la Junta actuaba en la estación depuradora de Soria mientras que el Ministerio se comprometía a intervenir en las obras de abastecimiento de Ávila junto a la propia Consejería de Fomento y Medio Ambiente. Un compromiso que en el caso de Soria ha ido dando pasos en firme hasta el punto de que ya se ha anunciado que el próximo mes de julio van a comenzar las obras, mientras que los trabajos de construcción de los emisarios se acelerarán en agosto con la llegada de una tuneladora, según se dio cuenta en la reunión de la comisión de seguimiento de la citada EDAR, en la que participaron el alcalde de Soria, Carlos Martínez; el director general de Fomento de la Junta, Jesús Puerta, y la directora general de Acuaes, Rosa Cobo.

La inversión total de la actuación salió a licitación por 60,5 millones de euros (IVA incluido), rebajada tras las bajas de las ofertas ganadoras, que está previsto que sean cofinanciados en un 35 por ciento mediante el Fondo FEDER 2014-2020, dentro del Programa Operativo Plurirregional de España (POPE). El 65 por ciento restante será abonado por el Ayuntamiento de Soria y la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta. Las obras está previsto que se prolonguen hasta el año 2023.

Mientras tanto, en Ávila se sigue a la espera de que el Ayuntamiento de Ávila mueva ficha a la espera de conocer el informe definitivo de la Mesa de Expertos del Agua que se constituyó para decidir si esa captación de agua desde Las Cogotas es la mejor opción o no para resolver los problemas históricos de abastecimiento de la ciudad.

Fue el 1 de marzo de 2019 cuando José Luis Rivas, entonces alcalde de Ávila, Juan Carlos Suárez-Quiñones, como representante de la Junta de Castilla y León desde su cargo de consejero de Fomento y Medio Ambiente, y María Rosa Cobo, directora general de Acuaes, rubricaron el convenio para la ejecución y explotación de las obras de aprovechamiento del embalse de Las Cogotas para el abastecimiento de agua potable a la ciudad de Ávila. En aquel momento se calificó como «un proyecto de Estado» que se esperaba que entrase en funcionamiento en el verano de 2021 y con el que, se decía entonces, se aseguraba la disponibilidad de agua para la ciudad gracias a los 60 hectómetros cúbicos de capacidad de Las Cogotas por los 9 que suman los tres embalses que ahora abastecen a Ávila: Becerril (2), Fuentes Claras (1) y Serones (6).

El convenio se alcanzó tras una ardua labor administrativa en el que se tuvieron que poner de acuerdo las tres administraciones, y en aquel momento se esperaba que los trabajos se pudiesen licitar a finales de 2019 y, dado que tenían un plazo de ejecución de un año y medio, se apuntaba como fecha de finalización el verano de 2021. 

El montante global de la obra era de 8,2 millones de euros. Acuaes se comprometía a la redacción de los anteproyectos y proyectos constructivos, la licitación y adjudicación de los contratos necesarios, la dirección de las obras, realización la explotación de la infraestructura y llevar la contabilidad financiera de la actuación. La Consejería, por su parte, tenía la obligación de participar en la financiación de la actuación mediante subvenciones por valor total de 1,1 millones de euros y pagar puntualmente las aportaciones (de hecho, un día antes de firmar el convenio, el Consejo de Gobierno de la Junta aprobó 1,15 millones de euros para acometer esta actuación). Por último, el Ayuntamiento de Ávila debía adaptar su planeamiento urbanístico para poder instalar la infraestructura hidráulica; conceder las licencias, permisos y autorizaciones de su competencia que sean necesarias para la ejecución de las obras; pagar puntualmente las tarifas para la financiación de la obra por el importe restante; y facilitar la gestión y disposición de los terrenos necesarios para ejecutar las obras sin compensación económica alguna.

Meses más tarde se planteó la posibilidad de si el Ministerio para la Transición Ecológica exigiría un estudio medioambiental previo al desarrollo del proyecto, lo que retrasaría los plazos de ejecución, no obstante en una reunión en julio de 2019 entre el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, y con los informes técnicos preceptivos que obligaban a hacer a algunas modificaciones en «obras auxiliares o  en caminos auxiliares», se descartó esa posibilidad y se mantuvo el plazo de 2021 para su conclusión. 

El escollo principal se planteó con la llegada del nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ávila, que ante las dimensiones de la inversión a la que debía hacer frente el Consistorio para ejecutar ese proyecto empezó a evaluar si era la mejor opción para resolver el problema del abastecimiento de la ciudad, dado también el estado de las arcas municipales. 

Para ello el equipo de gobierno decidió constituir una Mesa de Expertos del Agua, cuya primera reunión tuvo lugar el 9 de julio de 2020. Un total de 14 miembros, representantes de la USAL, UCAV, CHD, Aqualia, Junta de Castilla y León y el propio Consistorio, componían esa mesa. Según indicaba en aquel momento el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, el tiempo para encontrar la solución «es lo de menos, lo importante es que el trabajo sea fructífero», se garantizase «el abastecimiento en cualquier situación». Según Sánchez Cabrera, el problema del abastecimiento «debemos abordarlo desde un punto de vista serio, riguroso e independiente de manos de expertos». 

Así el objetivo era trabajar «desde todos los ámbitos» con las posibilidades que ofrece la ciudad, como son «los embalses de Serones, Becerril o Fuentes Claras; la de recuperar un agua que ya ha pasado por la ciudad desde Cogotas y a través de ese convenio de colaboración en el que estamos trabajando con el Estado y la Junta; o el agua del subsuelo que se utilizó en 2019 en una de las peores sequías de los últimos 40 años. Pero no descartamos que los expertos aporten otras opciones». Lo que se tenía muy claro desde el Ayuntamiento con esta mesa es que se quería contar con «un estudio serio, riguroso e independiente para guiarnos y tomar las decisiones más adecuadas y acertadas a un problema que es una tónica en la ciudad desde años inmemoriales».  

A la espera del informe. Antes de que acabe el primer semestre de 2021 se espera tener ese informe de la Mesa de Expertos del Agua. Así se aseguró en enero de 2021 y esos plazos se mantienen. El pasado mes de mayo, en una visita del consejero de Fomento y Medio Ambiente a Ávila, el alcalde de la ciudad adelantó que la Mesa del Expertos del Agua «no dirá no al proyecto de abastecimiento desde Cogotas». En todo caso, el regidor apuntó que se establecerá un orden de prioridades que será con el que trabajará el Ayuntamiento en los próximos años para garantizar el consumo del agua a la ciudad. En ese momento señaló que «próximamente» se celebraría una reunión para aprobar esas prioridades y darlas a conocer, de la que aún se desconoce la fecha. Por su parte, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, recordó que el proyecto Cogotas es «responsabilidad» del consistorio y desde la Junta apoyarán la mejor solución para Ávila. A la espera de las conclusiones de la Mesa de Expertos del Agua, Suárez-Quiñones defendía que se trata de un proyecto «viable, asumible e idóneo».