Quirós presenta su libro «fruto de observación de la vida»

D.C
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El poeta abulense reúne en 'El grito de un pájaro' un puñado de poemas escritos justo antes de la pandemia, en los cuales comparte su sentimiento de disfrute de todo lo bueno que tiene vivir

Quirós presenta su libro «fruto de observación de la vida» - Foto: David Castro

El poeta José María Muñoz Quirós presentó este miércoles al público abulense su nuevo libro de poesía, un trabajo forjado justo antes de la llegada de la pandemia al que ha titulado, homenajeando al mismo tiempo a Borges y a san Juan de la Cruz, El grito de un pájaro.

Este nuevo trabajo, que sumando poemarios originales, antologías y participaciones en publicaciones colectivas significa el medio centenar de libros en la trayectoria de Muñoz Quirós, fue escrito un poco antes de la pandemia, porque, explica, «lo escribía todos los días cuando iba a desayunar a los Sofraga, respondiendo así a lo que podríamos definir como el encargo interior de que todos los días tenía que escribir algo, en todas las épocas del año».

Y ese deber del alma lo iba cumpliendo gustoso el poeta abulense mientras «iba viendo pasar los días y los cambios de la luz, percibiendo cómo cambiaba el paisaje y la naturaleza, y por eso diría que es un libro fruto de la observación de la vida que discurre a nuestro alrededor, un libro sobre el pasar del tiempo», un discurrir vital y emocional «en el que hay una parte de nostalgia, no muy poderosa, y otra de alegría, de canto a la vida, de celebrar que seguimos vivos, contemplando y disfrutando las pequeñas cosas». Es por eso, añadió, que «es  un libro que está hecho con pequeños matices de cosas pequeñas, con lo esencial, que para mí es lo que tiene más valor como elemento vital, cosas que tenemos muy cerca y que a veces no valoramos».

En los poemas que llenan El grito del pájaro –más breves que dilatados, algunos resueltos en no más de siete u ocho versos y con solamente siete extendidos más allá de una página– se desvela el convencimiento de Muñoz Quirós de que «la vida es, al fin y al cabo, un camino recorrido por el tiempo y en el tiempo, y eso que vamos viendo pasa a nuestro lado a veces sin que le demos un sentido, sin que le concedamos la importancia que tiene, y yo reivindico que todo lo que nos rodea y nos afecta tiene un sentido que nos invita a participar; por eso este poemario es un libro sobre la participación en la vida, sobre la importancia que para nosotros tienen la naturaleza, la luz, la vida en general».

El título lo ha tomado prestado el poeta abulense de un verso de Borges, «y lo elegí porque tiene también que ver, aunque en distinto sentido, con el pájaro solitario de san Juan de la Cruz, ese pájaro que tiene virtudes y grandes cualidades como que sabe volar a lo más alto, que no tiene color definido o que siempre vive solo, cualidades que definen su esencia, de contemplación en soledad y en silencio».

Pero ese silencio, añadió Muñoz Quirós, no es algo que tenga que llevarnos a la soledad o al aislamiento, sino que «hay que compartir siempre», convencido como está de que «para poder crear debe tratarse de un silencio no de abandono o de soledad lejana sino de contemplación creativa, de soledad cercana, de vivir en comunidad, de ser el que interpreta lo que pasa a tu alrededor y en donde cada uno tiene importancia».

Ese silencio que conduce a la reflexión «es también conocimiento y participación de la vida, siempre de manera muy optimista», y por eso El grito de un pájaro «es un libro muy claro, muy transparente, en el que no hay apenas imágenes complicadas, es muy observación de lo pequeño que nos va pasando cada día».

Acabó Muñoz Quirós reflexionando que «si la poesía es siempre necesaria, lo es especialmente en estos tiempos de pandemia, porque nos acompaña y da un poco de sentido a las cosas, ayuda a poner nombre a la vida; y en momentos difíciles la poesía acompaña al sentimiento y a la mirada del hombre frente a la realidad oscura y complicada».

ejemplo. Y si para muestra bien sirve un botón, ahí va, a modo de significativa parte del todo, este poema de El grito de un pájaro que resume esa alegría del poeta derivada de contemplar sereno y con algo parecido al sentimiento de felicidad el paso del tiempo:

«Este vivir sereno,

casi quieto

como un instante sordo

en el ruido del mundo.

Esta vida detenida en mis ojos.

Este milagro de la luz

que cada día me contagia.

Tiempo sin tiempo,

gozoso estar en la quietud

que permanece donde asombra

el musgo del silencio

sobre una piedra

que en el fondo del alma

domina una pregunta

sumida en la memoria»