La ilusión se abre paso en la ciudad

I.Camarero Jiménez
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Miles de personas acuden a la llamada de la Cabalgata de Reyes para cumplir los deseos de los más pequeños de la casa, quienes emocionados han presenciado la llegada de Sus Majestades de Oriente a Ávila

La ilusión se abre paso en la ciudad - Foto: Belén González

La ilusión, la expectación, los nervios, siempre están ahí en este día tan mágico que es el del anuncio de la llegada de sus majestades los Reyes Magos y que es casi comparable al de mañana cuando se hayan desvelado casi todos los misterios envueltos en papel de regalo. Además de esas dosis de nervios y esas caras de alegría de los más pequeños de las familias abulenses -y de otras procedencias que tuvieron a bien pasar el día de la Cabalgata aquí- este 2019 ha traído la suerte de poder disfrutar del regio paseo por las calles de la capital con el frío que acostumbra hacer en el mes de enero pero, al menos, sin calarse a base de lluvia y nieve como ocurriera el año pasado.

La suerte ya está echada, el que no se haya portado bien lo tiene difícil, pero muchos de los niños abulenses han querido acercarse a alguna de las calles que entraba en el recorrido de la Cabalgata para ver a esos tres magos, a Gaspar, Melchor y Baltasar flanqueados como siempre por un buen plantel de ‘guardaespaldas’ y acompañantes que ponían alegría a las calles más céntricas de Ávila.

Cientos de niños, padres y muchos abuelos secundaron la propuesta desde bien temprano para coger los mejores sitios incluso antes de que la comitiva partiera, lo que estaba previsto a las 19 horas.

En sus caras, lo dicho, ilusión a raudales y en sus mentes, sus regalos, de hecho es probable que no hayan pensado en mucho más durante los últimos días, y mientras tanto durante la Cabalgata siempre hubo tiempo de coger algún que otro caramelo, no en vano llovieron del orden de los 331.000, sobre todo cuando se acercaban las carrozas reales. Por cierto, cómo se agradece que muchos fueran blandos, algo que se practica de unos años a esta parte.

Las serpentinas y confetis pusieron también su granito de arena a la hora de colorear un desfile del que la gran animación partía de las carrozas, siete de las cuales fueron las que entraron a concurso. Y junto a las que competían por los premios otras tantas propuestas de la organización municipal.

Un grupo de estrellas y de caballos abrieron el desfile para después dar paso al transporte público y el turístico que se hizo hueco en la Cabalgata, no faltó ni el tranvía, ni el tuc tuc, ni tampoco los autobuses de Avilabus, pertrechados de escolta a ambos lados para que no hubiera accidentes ( y es que en ocasiones el público se acerca demasiado y, como dicen los consejos, un caramelo no vale una vida).

Abula Gym, un clásico del concurso creó para este año Small Foot (una de las películas infantiles que ha triunfado en la pantalla grande; Faema apostó por ‘Aventuras de Ladybug en Faema’ en las que los protagonistas de la serie infantil también siguieron el paso de la Cabalgata con el rojo, el negro, los lunares y las máscaras coloreando la fresca noche abulense; Camino de Belén apostó por una idea con el mismo nombre; la Asociación Juvenil Peña SanEsteban hizo lo propio reinterpretando la ‘Navidad San Esteban’ o la Asociación Juvenil Peña Mozos de las Vacas, que dio su visión sobre ‘El Ciclo de la Vida’ ya saben el hilo conductor del rey León; la Asociación Cultural Jarana Vaquera ideó ‘Hazte con todos’ y la Asociación Peña Barrio del Resucitado subió sobre ruedas el ‘Bosque Encantado’. Propuestas artesanales y muy trabajadas para casi casi poner el broche a las vacaciones de Navidad.

Junto a ellas, las carrozas municipales con los Emojis, Peter Pan o Los Trolls y PJMasks como protagonistas.

La mirada de los niños permaneció atenta al desfile y a los caramelos siempre, pero mucho más se agudizó su vista al llegar los reyes. Era el esperado final, el que más nervios e incluso gritos de los pequeños despertó y más porque la lluvia de caramelos se intensificó para entonces, del mismo modo que los toques musicales que ya anunciaban también y antes que la de Sus Majestades, la del emisario real, muy generoso con los dulces. Antes que todos ellos, la estrella de Navidad, el portal de Belén. El primero en poner los pies en la cabalgata abulense, Melchor escoltado por los hebreos, Gaspar con los egipcios y Baltasar con los moros. No faltó el carbón para los que se portaron un poco peor, los siempre aplaudidos coches de bomberos y un largo etcétera que tardó prácticamente dos horas en llegar a su destino.

La música, no, nos hemos olvidado de ella. Los sones llegaron de la mano de un nutrido grupo de la Banda de Música Cristo a la Columna El Amarrado de Ávila (alrededor de 70 de sus componentes), medio centenar de profesionales aportó la banda de música de El Despojado de Valladolid y 32 de La Inmaculada, de Nava del Rey. Buen final musical cargado de acompasados y bellos villancicos y marchas.

En general un buen trabajo conjunto del que fueron partícipes en torno a 160 figurantes delAyuntamiento, más de 100 de las carrozas participantes, 210 personajes (incluyendo los músicos) y cómo no, miles de abulenses que son grandes protagonistas cada año.

Por cierto que ha sido una jornada de muy difícil aparcamiento en la ciudad a la hora de la Cabalgata, incluso habiendo salido con tiempo de casa; y de aglomeraciones en muchos establecimientos hosteleros. En este último caso un buen broche para la Navidad.