Reencuentro entre Ávila y Balmaseda

Jesús María Sanchidrián
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Amena jornada de intercambio cultural en torno a la figura del arquitecto republicano

Reencuentro entre Ávila y Balmaseda

Ávila y el pueblo vasco de Balmaseda (Bizkaia) se reencontraron el pasado viernes en una amena jornada de intercambio cultural entorno a la figura del arquitecto republicano Félix de la Torre Eguía (1867-1911), igual que hace cien años lo hicieron su hija Laura de la Torre Hernández y Güido Caprotti cuando se casaron en este mismo lugar y que años después fijaron su residencia en el Palacio Superunda-Caprotti de Ávila. A propósito de esta muestra, pudimos compartir la trayectoria vital de Félix de la Torre con sus paisanos, también con investigadores y estudiosos de la villa de Balmaseda, con su bisnieta Laura de Eugenio de la Torre, y con familiares de antiguos empleados abulenses que acompañaban a los Caprotti-De la Torre en sus desplazamientos veraniegos y luego se quedaron a vivir en la tierra vascongada. 

Con todo, y especial ánimo divulgativo, tuvimos la oportunidad, en esta ocasión, de conferenciar de nuevo sobre este singular personaje en el palacio Horcasitas (S. XVII), donde, igual que en Ávila, Félix de la Torre comparte protagonismo con su esposa Laura Hernández a través de la imagen de sendos retratos que les hizo el pintor amigo de la familia Joaquín Sorolla cuando se casaron en 1894.  La biografía y actividad pública del arquitecto De la Torre se ilustra con veintitrés fotografías del álbum que confeccionó cuando contaba 25 años, más un reportaje que hizo de la carrera de coches París-Madrid de 1903 y otro centenar de imágenes de su intensa carrera. También se exhibe su querido “Zoko Maitea” que proyectó en su pueblo, el cual fue la casa familiar durante generaciones y recuerdo mágico de los balmasedanos. Con todo se persigue, dice la organización, «acercar la figura de este hombre y rendirle un merecido homenaje por su trabajo, su afición a la fotografía y por una vida realmente intensa y muy interesante», además de ocuparse de traer el agua a la Villa, restaurar su ayuntamiento, y proyectar un “hospital-barracón para enfermos infecciosos”, entre otras actuaciones.

La exposición, en cuyo contexto trazamos el discurso biográfico de Félix dela Torre y que ha despertado gran interés entre sus convecinos ha sido organizada en su honor por el Grupo Fotográfio “Skylight” de Balmaseda, con la especial participación de los miembros Elsa Zorrilla, Ángel Martínez “Gelu”, José Antonio López “Lulio” y Fernando Fernández “Fer”. Así mimo, la realización de la muestra ha contado también con la colaboración extraordinaria del Ayuntamiento de Balmaseda, cuyo alcalde, Aitor Larrinaga García, y el concejal de cultura, Ander Rivero, asistieron y presentaron la conferencia homenaje a su paisano. Al mismo tiempo, los organizadores también reconocieron la ayuda prestada por el Ayuntamiento de Ávila a través del Museo Superunda-Caprotti. 

Reencuentro entre Ávila y BalmasedaReencuentro entre Ávila y BalmasedaLa conferencia consistió entonces en un relato ilustrado a través de más de un centenar de diapositivas de la ingente actividad pública, cultural, política y social desarrollada a finales del siglo XIX y primera década del XX por Félix de  la Torre. Y en este reencuentro sabemos que emparentó con la aristocracia abulense en 1894, al mismo tiempo que sobresalió como promotor artístico y editor de las revistas Apuntes y Revista moderna. Fotografió paisajes de su tierra y carreras de ‘autos locos’ por España y paso por Ávila. Fue un relevante arquitecto modernista con obras en Balmaseda y Madrid. Despuntó como dirigente republicano seguidor de Pi y Margall. Destacó como concejal del Ayuntamiento de Madrid elegido en 1909. Y fue un candidato activo en la campaña electoral de 1910 al lado de la Conjunción Republicano-Socialista con Pablo Iglesias y Pérez Galdós, cuando aspiraba a diputado en Cortes por la provincia de Ávila en el distrito de Barco-Piedrahita. 

Y a ello añadimos también que Félix de la Torre entró a formar parte de la singular historia abulense cuando en 1894 contrajo matrimonio con Laura Hernández Acuña (1871-1966), hermana de María Dolores, esposa de Bernardino Melgar (1863-1942), marqués de Benavites y de San Juan de Piedras Albas, y dueño del palacio que mandó construir Juan de Henao en el siglo XVI que hoy es Parador de Turismo. Ambas mujeres eran hijas del rico industrial vasco de Balmaseda Juan Bautista Hernández Gorrita, quien había hecho una gran fortuna en Méjico. Después, la memoria de Félix de la Torre tomó asiento en Ávila cuando en 1920 su hija Laura de la Torre (1895-1988) se casó con el pintor italiano Güido Caprotti (1887-1966) y la familia se afincó en 1930 en el palacio abulense llamado de los Superunda o del regidor Ochoa Aguirre. Para todos ellos, Ávila y a Balmaseda fue el sitio común de entrañables acontecimientos familiares y lugar de residencia a temporadas. Las hermanas Mª Dolores y Laura Hernández se casan en Balmaseda. Finalmente, apuntamos que Bernardino Melgar guardaba en su Biblioteca Teresiana de Ávila el manuscrito de Martín de los Heros de la “Historia de Valmaseda” que luego publicó y prologó, a la vez que también se ocupó del traslado de los restos mortales de su autor desde Madrid al Panteón de Juan Bautista Hernández y Gorrita que había proyectado Félix de la Torre en Balmaseda.