El ‘eterno’ proyecto del nuevo Puente de la Gaznata parece acercarse a su fin, a juzgar por el avance de las obras que, en la jornada de ayer, incorporaron el espectacular ensamblaje del último de los tramos del tablero. La nueva construcción servirá para reemplazar al actual puente y poner fin al estrechamiento de la N-403 al cruzar el embalse de El Burguillo. Desde que los primeros pasos administrativos del proyecto vieran la luz hace 19 años, la nueva y necesaria infraestructura ha sufrido diversos retrasos, bien por problemas con la adjudicataria; bien por otro tipo de estrecheces, las presupuestarias; o bien por contingencias técnicas relacionadas con la cimentación. A mediados de la presente década, las obras llegaron a estar paralizadas durante dos años y se reanudaron en septiembre del 2018. El proyecto, con una inversión en torno a los cuatro millones y medio de euros, incluye una variante de medio kilómetro para un puente de 210 metros, por el que se podrá circular a 80 km/h, con arcenes de 1,5 m. La última previsión oficial barajaba el actual verano como fecha de su conclusión.