La recaudación tributaria repunta gracias a empleo y consumo

David Alonso
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El Impuesto de Sociedades cae un 30 por ciento y su aportación a la caja final apenas supone el 14%, siete puntos menos que en 2008, mientras que IRPF e IVA cargan con más del 80% del total

La recaudación tributaria repunta gracias a empleo y consumo

Una de las ideas más extendidas entre la ciudadanía sigue ratificándose cada vez más con la salida de más y más datos que apuntalan una teoría que, por otra parte, han advertido en multitud de ocasiones los expertos: la clase trabajadora ha soportado sobre sus hombros la salida de crisis económica. Los últimos datos publicados por la Agencia Tributaria referidos a la recaudación tributaria vienen a avalar la anterior afirmación, y evidencian que los trabajadores y las familias han cargado con la recuperación de los ingresos fiscales en Castilla y León después del socavón que un lustro de caída en picado dejó en las arcas públicas.

La región logró el pasado año superar los 4.030 millones de euros de recaudación tributaria que había en 2008 por primera vez en una década en la que se llegaron a perder hasta 1.000 millones en los momentos más duros. En total, la Comunidad certificó unos ingresos tributarios de 4.203 millones de euros, de los que la mayoría, casi el 47,8 por ciento, los aportaron los 2.012 millones del IRPF, el impuesto que grava las rentas de los trabajadores, una de las dos patas sobre las que se ha asentado la recuperación fiscal.

La otra fue el IVA, el gravamen que tasa el consumo, que en la última década casi ha duplicado su recaudación en la región, pasando de los 808 millones a los más de 1.415 del pasado año, soportando el 33,6% de los ingresos fiscales de la Comunidad. Ambos tributos han incrementado su recaudación respecto a 2008 en más de 350 millones y su carga tributaria ya supone el 81 por ciento del total, cinco puntos más que antes de la crisis.

Impuesto de Sociedades

Por el contrario, el Impuesto de Sociedades, el que grava la actividad de las empresas autonómicas, ha pasado de aportar el 21,5 por ciento a poco más de 14 en una década, dejando sobre los trabajadores y las familias la mayor parte de la responsabilidad tributaria. Así, el IS ha reducido su aportación de los 867 millones de hace diez años a los poco menos de 600 del curso pasado.

Debate fiscal

La reciente campaña electoral, tanto en su vertiente nacional como local y autonómica, volvieron a evidenciar los diferentes modelos fiscales que propugnan los partidos. Mientras el bloque de izquierdas apostaron por elevarlos en determinados rangos para las grandes fortunas, las formaciones derechas se mostraron partidarias de reducir, o incluso eliminar tributos. Un extremo este último muy criticado desde las centrales sindicales, que critican la «demagogia» que se hace con la fiscalidad. Así, desde CCOO y UGT aseguran que si se quiere mantener el Estado de bienestar no se pueden bajar los impuestos, sino que incluso existe «margen» para mejorar e incrementar la recaudación. «Sin una fiscalidad adaptada que mejore la corresponsabilidad de los agentes económicos es difícil mantener una sociedad justa», insisten, y recuerdan el pacto fiscal suscrito con PSOE, Podemos e IU para elevar la recaudación en 2.000 millones en la Comunidad.

Una postura antagónica a la que mantienen desde la patronal regional, cuyo presidente, Santiago Aparicio, ha insistido en reiteradas ocasiones en la necesidad de bajar o eliminar tributos para que «Castilla y León sea más competitiva» y sirva de muro de contención para evitar más fugas de empresas.