Alaphilippe celebra con champán la etapa y el liderato

Efe
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El corredor del Deceuninck Quick Step se convierte en el primer ciclista francés que se viste de amarillo en la ronda gala desde desde Tony Gallopin en 2014

Alaphilippe celebra con champán la etapa y el liderato - Foto: GONZALO FUENTES

Épernay fue el escenario este lunes de una portentosa exhibición del francés Julian Alaphilippe (Deceuninck Quick Step), quien sorprendió con un ataque en los últimos 16 kilómetros que le permitió ganar la tercera etapa y enfundarse el maillot amarillo.

Un ataque letal, marca de la casa de un guerrillero del pelotón, de 27 años, doble ganador de la Flecha Valona, de la Milan-San Remo y la Strade Bianche, que decidió aprovechar un final propicio para levantar los brazos ante la reacción inútil de los favoritos de la general.

Alaphilippe atacó en la cima de la Cota de Mutigny, alcanzó al belga Wellens que marchaba escapado y ya no le vieron la perilla que luce hasta meta. Una demostración que rubricó con un tiempo de 4h.40.29 en el trayecto de 215 kilómetros entre la localidad belga de Binche y la francesa de Épernay.

Un latigazo que dejó plantado al pelotón principal, que cruzó la meta a 26 segundos del francés, con Mathewws y Stuyvens al frente, y Van Avermaet, Sagan y Bernal entre ellos. Se produjo un pequeño corte y perdieron 5 segundos candidatos como Geraint Thomas, Nairo Quintana, Mikel Landa, Fuglsang y Bardet.

El jefe ahora es Alaphilippe, el rey de la montaña y ganador de dos etapas en 2018, seguido del belga triple campeón del mundo de ciclocross Wout Van Aert (Jumbo Visma) y de su compañero holandés Steven Kruijwick, a 20 y 25 segundos. Entre los favoritos el líder real del Tour es el colombiano Egan Bernal (Ineos), sexto a 40 segundos, seguido del defensor del título Geraint Thomas a 45 y del español Enric Mas, octavo a 46.

Cinco contra el Jumbo Visma

En el kilómetro 13 el Tour ya había pasado de suelo belga a francés. Y ya se había formado una fuga de cinco con Rossetto (Cofidis), Wellens (Lotto-Soudal), Ourselin (Direct Energie), Offredo (Wanty) y Délaplace (Arkéa). .

Las diferencias se fueron reduciendo a medida que se acercaba el último tercio de la etapa, donde aguardaban cuatro cotas y un final explosivo, un muro, que daban al desenlace.

El comienzo de las cuestas hundieron a todos los fugados menos al belga Wellens, que se atrevió a atacar en solitario

Festival de cotas

Wellens se adentró en los mares de viñedos que peinan las tierras de Champaña. Atacó en la subida a Nanteuil la Fôret (4a) y coronó con 1.30 minutos de ventaja sobre sus excompañeros de fuga y 2.30 sobre el grupo principal, donde nadie mostraba aún sus cartas por la etapa.

También coronó Wellens la Cota D'Hautvillers (3a), la de Champillon (3a). En ese momento se convertía en nuevo líder de la montaña, pero se despidió también de sus opciones en la etapa porque el Deceuninck de Alaphilippe.

A 16 de meta, en el alto de Mutigny (3a), Wellesn se quedó clavado a la vez que Alaphilippe le pasaba como un avión. Un abordaje contundente del mejor rematador del ciclismo mundial, un "Valverde" a la francesa.

Por mucho que el grupo de Bernal, Thomas, Landa y compañía intentaron echar el lazo a Alaphilippe, el empaño resultó baldío. El francés voló, abrió diferencias en un santiamén y medio minuto fue suficiente para entrar destacado en la Avenida del Champán de Èpernay. Era su tercera victoria en el Tour y el primer francés que se enfundaba el maillot amarillo en los últimos cuatro años.

La cuarta etapa es un aviso a esprinters y aventureros, con 213 kilómetros entre Reims y Nancy.