Una buena y extraña campaña micológica

P.R.
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Se inician las IV Jornadas Micológicas con el taller de identificación que organiza el Centro Medioambiental de San Nicolás

Las VII Jornadas de Micología que organiza el Centro Medioambiental de San Nicolás, del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ávila se celebran este año en un marco diferente al habitual. En primer lugar, la pandemia obliga a que solo se desarrolle el taller de identificación, cuyo primer día tuvo lugar en la tarde de ayer. Se ha previsto una segunda jornada que será el próximos lunes, día 23. También la situación sanitaria obliga a que el taller  tenga lugar en el exterior y con un aforo limitado.

En segundo lugar, y como reconocía el experto micólogo y jefe del Servicio de Desarrollo Rural de la Diputación, Enrique Fernández Villamor, por la temporada tan extraña que se está sucediendo. Con la abundante lluvia registrada a principios del otoño, con la semanas de altas temperaturas que siguieron y con el retorno de las fuertes lluvias de finales del mes de octubre. Todo ello, y con el mantenimiento de unas suaves temperaturas, está haciendo que proliferen variedades de setas de todo tipo y en gran parte de los ecosistemas, dependiendo también de la lluvia registrada en cada uno de ellos. De hecho, la campaña está siendo muy buena en boletos edulis, en la sierra de Gredos, especialmente en la zona del puerto El Pico y de Gredos. También están saliendo otras especies muy conocidas y de distintos ecosistemas como los niscalos o las setas de cardo, para el disfrute de los miles de aficionados a la micología que hay en Ávila.

En cuanto a la regulación, Fernández Villamor destacó que este año ha tenido una gran respuesta de los aficionados a la micología y son miles de permisos los que se han solicitado, en especial en el Puerto El Pico, aunque también en la denominada zona de Gredos, que abarca un buen número de municipios de esta zona de la provincia. Destacó también Fernández Villamor que este año no se ha apreciado en estas zonas la presión en la recolección que se había dado en otros años, especialmente porque está prohibida la recolección profesional, que solo se permite a los habitantes de las zonas.

En especial se ha notado en zonas como El Pico, donde hasta hace dos años, cuando se adoptó la regulación, la presión que sufría era ingente, debido a los muchos recolectores profesionales que se daban cita. Ahora al restringirse esta zona  y permitirse únicamente a los recolectores profesionales de la zona, la  presión ha bajado. Aunque siguen siendo muchos los recolectores que se acercan, pero son recreativos, que no puden llevar más que cinco kilos.