Un pleno de triunfos con mucho valor

L.C.S
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El Real Ávila suma su tercera victoria consecutiva tras derrotar a un Burgos Promesas que exigió la mejor versión de los abulenses, sobre todo a la hora de sentirse presionados en su propio campo

Un pleno de triunfos con mucho valor - Foto: David Castro

REAL ÁVILA.

Brian, Sito, Andrés Llorián, Marcos Isla, Carlos Pascual, Manuel Sánchez, Rubén Ramiro, Rubiato (Camilo, 85’), SergioRamos (Domingo, 72’), Cristian (Javi de Mesa, 74’) y Manu Moreira (Calderón, 85’).

BURGOS PROM.

Gorka, Sergio Esteban, Marcos Olguin, Munguía, Matías Rosales (Yago, 72’), Iván, Gabri (Diosbert, 81’), Heras, Lavsamba, Didier y Pibe (Barahona, 65’).

Árbitro.

Javier Muriel Isidro (Salamanca).

Amonestó al local Manu Moreira y a los visitantes Lavsamba y Pibe.

GOLES.

1-0. Minuto 33. Cristian y 2-0. Minuto 91. Domingo.

INCIDENCIAS.

Partido disputado en el estadio municipal Adolfo Suárez, con una buena entrada.

El Real Ávila continúa con su paso firme en la temporada y ante el Burgos Promesas logró su tercera victoria consecutiva con un pleno de triunfos de mucho valor. Tres de tres llevan los hombres de José Manuel Jimeno, que llegarán el próximo domingo a La Albuera para medirse a la Gimnástica Segoviana empatados a puntos, lo que da aún  más interés si cabe al duelo.

Un gol de Cristian en la primera media hora de partido y otro de Domingo en el descuento finiquitaron el encuentro a favor de los abulenses, que tuvieron sus mejores minutos en la primera parte, supieron sufrir en varios momentos de la segunda, y acabaron mejor que sus rivales, que disputaban en Ávila su primer partido de la temporada, cuando los abulenses ya suman tres. Son las cosas que deja esta atípica temporada futbolística, cuya evolución es cada semana una incógnita y cuyo futuro no parece demasiado halagüeño, de ahí la importancia de colocarse en la zona alta desde el comienzo, por lo que pueda pasar.

Saltó el Real Ávila al partido con un centro del campo reforzado con la presencia de Sergio Ramos y Manuel Sánchez, y desde esta solidez, pudieron crecer los de adelante, en especial Manu Moreira y Cristian, que firmaron un buen primer tiempo, en especial el segundo, autor del tanto que ponía en ventaja a los suyos cuando al filo de la media hora enganchaba desde el punto de penalty un gran servicio raso desde la derecha de Moreira. Los dos estuvieron muy bien en esa jugada, pero hubo otro futbolista que sin tocar el balón habilitó con su desmarque en el primer palo la llegada de Cristian, Borja Rubiato, que aunque se fue sin marcar, tuvo detalles destacados e importantes para el juego colectivo del equipo.

Fue precisamente Rubiato el que tuvo la primera ocasión del encuentro, que comenzó sin dueño, pero con un Ávila con más presencia local. El remate de espuela del delantero a pase de Cristian salió alto por poco. Los locales evitaban la presión del Burgos Promesas con balones largos que Rubiato, en la mayoría de las ocasiones, tocaba con criterio.

No obstante, con esta manera de jugar a los locales les costaba encontrar el camino para crear peligro. Las entradas por banda se fueron espaciando en el tiempo, el juego por el centro no acaba de dar resultados y el partido caminaba con más presencia de los locales en campo rival, pero sin que el portero burgalés sintiera demasiado el peligro.

Apretaron los locales pasada la media hora, encontraron la manera de jugar más en combinaciones, y fruto de la mejor llegó el 1-0, que dio paso a cinco minutos de desconcierto visitante que apunto estuvo de aprovechar el Ávila en el 37 con una ocasión parecida a la del primer tanto, pero en esta ocasión con el remate de Moreira dificultado por un defensa, lo que estropeó el final.

Cuando el Burgos Promesas se levantó de la lona noqueado por el gol, tuvo un final del primer tiempo que metió en serios apuros al Ávila. Primero un disparo de alto de Gabri y luego un remate al palo a la salida de un córner evidenciaron la mejoría de los visitantes. Al Ávila le vino bien el descanso porque el Burgos Promesas se estaba creciendo y amenazaba con el empate.

La segunda mitad comenzó como terminó la primera, pero con el Ávila muy sólido en la zona de atrás, sabiendo juntar líneas y aguantar el dominio rival. No concedió ocasiones y poco a poco fue subiendo líneas y nivelando el mejor arranque de los visitantes.

De nuevo la primera ocasión de la segunda parte, al igual que ocurrió en la primera, fue de Rubiato, con un remate a la media vuelta que detuvo Gorka. Un minuto después, en el 52, una muy buena combinación en la frontal del área entre Moreira y Rubén Ramiro, dejó, tras taconazo de este, a Moreira solo ante el portero aunque un poco escorado, lo que facilitó al despeje de Gorka al duro disparo del delantero abulense.

Había pasado lo peor para el Ávila y el encuentro se quedó en donde más favorecía al equipo que iba ganando. Los visitantes ponían un punto más a la hora de atacar, pero los locales no daban concesiones. Si el Burgos Promesas quería ocasiones, tendría que ganárselas porque el Ávila no estaba por la labor de conceder ni una facilidad. El equipo abulense estuvo más exigido en la faceta defensiva que en los dos partidos anteriores de Liga y todos los de la pretemporada, y la verdad es que respondió con buena nota. Brian apenas tuvo que salir en un par de centros laterales, y aunque se echó de menos alguna ocasión más de los abulenses y haber controlado más el juego, los contrarios también cuentan y el equipo de Óscar Río demostró que puede ser un ‘outsider’ a tener en cuenta para pelear por los tres primeros puestos.

Terminaba el choque, el Ávila no sufría pero el 1-0 seguía siendo un resultado corto y cualquier rebote podía terminar mal. Para disipar cualquier duda un buen centro de Rubén Ramiro no encontró una respuesta adecuada ni del central ni del portero y a la segunda intentona Domingo metía la puntera para alojar el balón en las mallas y dar el gol que finiquitaba un partido que demuestra que este año el Real Ávila es otra cosa muy distinta, y bien seria.