16.000 personas y un impacto de más de un millón de euros

E Carretero / I. Camarero
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Alumnos y familiares llenaron desde el martes hoteles y restaurantes, no solo de la ciudad sino de otras localidades y de provincias limítrofes, cifrando desde Confae un gasto por persona de 60 euros solo en restauración

16.000 personas y un impacto de más de un millón de euros - Foto: Ana I. RamÁ­rez

Cerca de 2.600 jóvenes cumplieron este jueves un sueño, el de jurar, tras una larga oposición y 21 meses de formación, 12 de ellos en prácticas, el cargo de Policía Nacional. Un sueño que tuvo claro impacto en Ávila no solo por la presencia desde el martes de los alumnos, hoy ya policías, de una de las promociones más multitudinarias que han pasado por la Escuela de Policía de Ávila, sino también por la de sus familiares y amigos, que quisieron compartir con ellos este día tan especial. 

Fuentes de la Escuela Nacional de Policía apuntaron que el acto de jura de la XXXIIIPromoción de la Escala Básica de la Policía Nacional había contado con 16.000 asistentes, lo que sin duda se dejó notar en la ciudad no solo este jueves sino también desde el martes, cuando empezaron a llegar los primeros policías llamados a jurar cargo.

La llegada de estos 2.593 alumnos y de sus familiares, que representan un incremento de la población de la capital abulense del 22,5 por ciento, sin duda se ha traducido en un importante impacto económico para esta ciudad complicado de calcular teniendo en cuenta que no todos los futuros policías y sus acompañantes han pernoctado en la ciudad y que los que lo han hecho en algunas ocasiones han permanecido en Ávila varios días durante esta semana. Teniendo en cuenta estos condicionantes, desde Confae cifran el impacto de esta macro jura en 60 euros por persona y día en hostelería, lo que es alojamiento y comida, lo que se traduce en una repercusión económica para Ávila cercana al millón de euros.   

No en vano, hoteles, restaurantes y alojamientos rurales, no solo de la capital abulense sino de otras localidades de la provincia, se han beneficiado de la jura de esta numerosa promoción. De hecho, desde hace varios meses, y desde el mismo momento en el que se hizo pública la fecha de la jura de cargo, era complicado encontrar habitación disponible no solo en la capital abulense sino a varios kilómetros a la redonda, lo que hizo que muchos alumnos y sus familias optaran por alojarse en provincias limítrofes como Madrid o Segovia. Por la ciudad del acueducto optó por ejemplo, y ante la falta de camas en Ávila, la familia de Francisco José cuyos miembros, llegados desde la localidad gaditana del Puerto de  Santa María, este jueves ocupaban los últimos puestos de la larga cola que los acompañantes de los futuros policías formaban a las puertas de la Escuela de Policía desde primera hora de la mañana y que ocupando toda la vía de servicio y el cordel de las Moruchas proseguía a lo largo de toda la calle Carmen Laforet. «No sabemos si nos dará tiempo a verle», decía el padre de este joven policía gaditano a las 11,30 horas y con varios miles de personas aún delante. 

 Una hora y media antes conversábamos con otros asistentes a este acto, como Carmen llegada desde Alicante para presenciar cómo juraba su hijo, que aseguró que la familia al final se había tenido que quedar en una casa rural en Guadarrama; María por su parte no tuvo que hacer esfuerzo en buscar alojamiento, algo que a veces se antojó misión imposible, porque ella se pudo quedar en casa de unos amigos. Desde Casas de Gredos, la central de reservas que gestiona las casas rurales en Ávila estaban impactados. «Estamos al 100%, hemos llenado alojamientos pequeños y las casas más grandes, hay gente que viene en pareja, pero luego hay otros que vienen hasta 10 personas, debe ser que ceden las invitaciones». Lo bueno es que esta jura ha llegado en temporada baja y las casas rurales han mantenido sus precios y además «al ser entre semana les ha salido muy bien de precio, eso sí tenían que reservar un mínimo de dos noches y de hecho algunos han reservado dos, otros, tres e incluso otros, cuatro». En resumen, alojamientos llenos en Mingorría, La Colilla, El Fresno, esto es los más cercanos a la capital, pero también de Piedrahíta, El Barco o Gredos, todo se ha llenado así que satisfacción sin duda. 

Y como en Casas de Gredos, en el centro comercial situado frente a la Escuela de Policía, su gerente, Laura Álvarez, lo tenía claro, El Bulevar ha estado repleto, en determinados momentos, se vio desbordado. La gente sobre todo ha hecho «uso de los servicios de restauración pero ya que están allí compran en las tiendas, es un hecho». Para poder atender la demanda han tenido que organizarse y reforzar. Entre otras cosas adelantando la apertura y es que los ensayos previos a la jura tenían lugar el miércoles muy de mañana y por ello abrieron a las 9 en lugar de a las 10; ya el día de la jura fue una hora antes, a las ocho, algo más que lógico teniendo en cuenta que las colas de espera para entrar a tan importante acto ya estaban presentes desde las siete de la mañana. No pocos cafés para tomar ‘in situ’ o para llevar despacharon los establecimientos del centro comercial en la mañana de ayer. Algunos de sus responsables estaban encantados con ello, máxime porque los policías son sus clientes habituales desde que inician el curso hasta que lo acaban y además «buenos clientes». En este caso tocaba atenderles a ellos y también a sus familiares.

Los mayores problemas se formaban sobre todo a la hora de entrar y salir de las tiendas el miércoles, explicaban desde uno de los establecimientos que además acaba de iniciar su periodo de rebajas, motivo que sirvió además para atraer a más clientela. 

Las compras de última hora también fueron una constante: «Que si unas medias, que si una chaqueta», explicaba la gerente. Hay que tener en cuenta que muchas familias llegan a Ávila de zonas más cálidas, muchos de costa, y no están acostumbrados al frío así que tocaba abrigarse y más porque las temperaturas eran bajas en los primeros compases de la mañana. El esfuerzo en cualquier caso merece la pena porque son clientes del día a día. Cuando acabe junio y especialmente en julio se les va a echar de menos porque «es el mes más bajo» para el centro comercial con su ausencia, luego a partir de agosto con los veraneantes volverá a latir como siempre y en septiembre mucho más con el desembarco policial de nuevo, decía Álvarez. Quien recordaba que la próxima semana será también muy buena «el congreso de ciberseguridad cuenta con 2.500 asistentes». 

Coincide en todo lo apuntado Víctor Gómez, presidente de la Federación de Hostelería de Confae, que habla de una «repercusión importante» que se ha sumado, además, a las celebraciones de los alumnos de la actual promoción que estos días terminan sus formación en Ávila. De hecho, asegura Gómez, que el tirón de la jura ha obligado a los hosteleros a reforzar plantilla estos días y a tirar de extras.