Tranquilo día sin 'alarma'

B.M / M.M.G.
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El fin del cierre perimetral no se notó especialmente en Ávila, sobre todo durante el día, aunque con el toque dequeda sí que hubo jóvenes en la calle, pero sin botellón. En los pueblos esperan la llegada del próximo fin de semana

Tranquilo día sin ‘alarma’ - Foto: Isabel García

Tranquilidad y sin la que podría haber sido una avalancha de visitantes tras el fin del estado de alarma por la pandemia de la covid-19. Así se vivió en Ávila la primera jornada de apertura que a partir de la medianoche, sin toque de queda, sí que tuvo presencia de gente por la calle pero sin las lamentables imágenes que se han visto en otros lugares.

Esa noche se saldó con un incidente en Ávila según recoge la agencia Ical de fuentes del servicio de emergencias 112, cuando a las 00,18 horas un joven de 20 años resultó herido tras sufrir una agresión en la calle Agustín Rodríguez Sahagún. Una ambulancia le trasladó hasta el Complejo Asistencial de la capital abulense.

A pesar de este suceso, la primera noche de fin del estado de alarma resultó, por lo demás, tranquila en la ciudad, según explicaron desde el Ayuntamiento y reforzó la Policía Nacional, que comentó que  había muchos jóvenes por la noche pero estuvo todo perfectamente controlado y no se practicó ningún botellón. Es más, aseguran que se mantuvo el uso de la mascarilla y las distancias de seguridad.

Y la misma tónica de tranquilidad de la noche, rota sólo por los bocinazos y los pitidos que pudieron oírse a las doce de la noche, lanzados por muchos a modo de celebración por el fin del estado de alarma, fue la que se vivió la mañana del domingo en la capital abulense, ya sin cierre perimetral.

Las calles del centro de Ávila apenas recibieron la visita de grupos de turistas. Y es que aunque ayer era el primer día sin cierre perimetral desde hace meses, el mal tiempo que reinó durante toda la jornada a buen seguro influyó en que pocos visitantes se animaran a desplazarse hasta Ávila para hacer turismo.

Terrazas vacías (algunas incluso desmontadas) y restaurantes sin clientes fue la imagen que más se repitió este domingo en Ávila, que vivió su particular primera jornada sin estado de alarma.

Quizá muchos de los que sí se animaron a desplazarse hasta Ávila decidieran quedarse en los domicilios de amigos y familiares. Así podría deducirse si atendemos, por ejemplo, al fuerte incremento en ventas de paellas para llevar en un conocido establecimiento de Ávila. «Hacía mucho que no vendía tantas paellas y para tanta gente», decía el responsable del restaurante.

En definitiva, ya fuera porque los que llegaron de fuera no se dejaron ver o porque no fueron tantos los que vinieron, la de ayer fue una jornada muy tranquila en Ávila.

También lo fue en la mayoría de los templos de la capital, donde, en general, se siguieron respetando las medidas de seguridad y distancia social. 

En el caso de la provincia, lo cierto es que ya fuera porque el tiempo no acompañaba o porque la ‘libertad’ era solo para el domingo, lo cierto es que se espera que la mayor llegada de gente, especialmente a las segundas viviendas, se produzca el próximo fin de semana.

Lo dice, por ejemplo, el alcalde de Sotillo de la Adrada, Juan Pablo Martín, que asegura que notaron el domingo la llegada de gente, especialmente a las urbanizaciones y sus segundas viviendas, pero no hubo en ningún caso «una avalancha». Es más, parece que quienes llegaron se quedaron en casa más que ir al pueblo o a los establecimientos. Sí que se vio más tráfico en la carretera y, sobre todo, esperan a ver qué pasa el fin de semana que viene cuando creen que llegará más gente.

Igual opina el alcalde de Arenas de San Pedro, Juan Carlos Sánchez Mesón, que además apunta otro condicionante, el de la climatología. Dice que fue un domingo tranquilo y que hubo más gente en la calle el sábado por el buen tiempo. Cree que sus vecinos ocasionales de las segundas viviendas llegarán el próximo fin de semana «aprovechando que es entero» sobre todo para ver cómo están sus casas. Esto quizá conceda la opción de que la llegada sea más escalonada.

Esperan lo mismo en Navaluenga, explica su alcalde, Armando García Cuenca, que reconoce que algo notaron el domingo pero no tanto como era de suponer ante un fin de estado de alarma de tanto tiempo. El próximo fin de semana cree que será otra la historia en una localidad donde se cuenta con 6.000 viviendas cuando son muchos menos los empadronados. Ellos son conscientes del nivel «altísimo» de segundas viviendas, por lo que sería de esperar que vaya llegando gente a ver cómo están las que también son sus casas.

En el caso de Cebreros, su alcalde, Pedro Muñoz, sí que asegura que llegó «mucha gente» ahora que «hay libertad para moverse». Recuerda los buenos datos epidemiológicos que tienen en el municipo, con más de un mes sin casos, por lo que ahora habrá que mirar al futuro, a la responsabilidad que tengan quienes están en el pueblo y quienes lleguen, también con las segundas viviendas. Por el momento en la primera noche ya se vio movimiento en las calles pasada la medianoche.