Celebrar una gala de premios en un lugar como la Escuela de Policía de Ávila da ciertas garantías. Varios agentes apostados en la entrada y a lo largo del camino iban indicando a los asistentes la dirección que tenían que tomar. Una vez en el edificio principal, también había varios agentes custodiando la entrada y, ya en el salón de actos, varios dirigentes de las Fuerzas yCuerpos de Seguridad del Estado asistían como invitados. «Es la gala más segura del mundo», bromeó, al inicio de su intervención, el presidente de la Hermandad de Donantes, Alejandro Reveriego.

La Asamblea General de la Hermandad entrega todos los años ciertas distinciones a los mayores donantes de la provincia desde su inicio. Hay varias categorías: bronce, plata, oro y oro esmaltado.

Sin embargo, las categorías reinas son los premios al donante del año y al donante joven del año. En esta ocasión, la acreedora del título de donante del año ha sido Felipa Serrano, de Arenas de San Pedro, que no pudo acudir a recibir la cruz de oro con brillantes que se entrega a estos premiados. Fuer Reveriego el encargado de recoger el premio en su lugar.

Quien sí acudió fue la mejor donante joven, Nerea López, que sí pudo llevar en sus propias manos el ordenador que recibió como premio a su solidaridad.