Con 45 minutos no es suficiente

A.S.G.
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Como ante el Atlético Tordesillas, el Real Ávila regaló la mitad del encuentro a La Virgen del Camino. «Tenemos que hacer partidos de 90 minutos» reclama Rubiato a los suyos «si queremos ser un equipo fiable»

Con 45 minutos no es suficiente - Foto: Isabel García

Al Real Ávila le han abandonado las musas, las mismas que le llevaron a escribir uno de sus mejores partidos cuando arrollaron (4-0) no hace tanto a un Atlético Bembibre que llegaba líder al Adolfo Suárez y que se marchó cabizbajo cuando las huestes de Rubiato les pasaron por encima en un ejercicio de energía, esfuerzo y contundencia pocas veces visto en los últimos años en un Adolfo Suárez deseoso de seguir leyendo más capítulo de esta nueva historia. Pero cuando te abandonan las musas, se acaban las ideas. Y los encarnados parecen haber perdido aquello que les hacía diferentes y que no era otra cosa que el alto ritmo de partido y la alta intensidad que eran capaces de imprimir jugada tras jugada desde el minuto 1 hasta el 90, mordiendo los tobillos de un rival incapaz de reaccionar. Sin ello «somos un equipo lento, previsible, anodino» valoraba Borja Rubiato tras el choque ante La Virgen del Camino, quizás uno de los peores partidos, al menos a tiempo parcial, en lo que va de curso. Que llegara este domingo la primera derrota en el Adolfo Suárez no fue extraño, más allá de que Asier se convirtiera en un muro que impidiera, también hay que decirlo, un empate merecido.

«Seguiremos trabajando para ser un equipo mucho más fiable» comentaba tras el duelo el técnico de Santa María del Tiétar. Decayó el ímpetu y la energía en el derbi, entre otras cosas por la buena imagen del Colegios Diocesanos, pero la victoria restó importancia a los detalles, al menos de puertas hacia afuera. Llegó la primera derrota ante el Atlético Tordesillas, pero la entidad del rival y la reacción de los encarnados por llevarse algo positivo de Las Salinas hicieron de ello algo normal.Sin embargo volvió a pasar ante La Virgen del Camino. Y aunque los jugadores estaban prevenidos –«durante toda la semana habíamos insistido en que debíamos meter al partido un ritmo muy alto desde el inicio»– se cayó en la trampa. El equipo entregó a su rival la primera mitad, regaló el gol tras un error propio y se quedó sin margen de reacción.

Necesita recuperar el equipo la chispa adecuada, la misma que antes encendía la maquinaria y que en las últimas jornadas cuesta encender. «Ni antes éramos tan buenos ni ahora somos tan malos» defiende con razón el entrenador encarnado tras los últimos resultados. El equipo tiene los mecanismos, pero debe volver a ponerlos en práctica sobre el césped. Lo mostró incluso ante La Virgen, «pero no nos vale con hacer una parte buena del partido. Si queremos ser más ambiciosos tenemos que hacer partidos redondos» apunta Rubiato como una de las claves que ya ha señalado en otras ocasiones. «Tenemos que intentar hacer partidos de 90 minutos y en estos dos últimos partidos no los hemos hecho».