El otoño devuelve a la normalidad los desplazados

B.M
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Aunque en agosto se superaron las 24.000 personas llegadas de otros puntos, en octubre hay una reducción, incluso a niveles más bajos de los del año pasado

El otoño devuelve a la normalidad los desplazados - Foto: Isabel García

Mucho se ha hablado en los últimos meses, en especial debido a la crisis sanitaria provocada por la covid-19 y la menor posibilidad de movimientos, de la gente que se desplazó al medio rural buscando más tranquilidad o un cambio de aire. Para ser justos, es algo que en Ávila, especialmente en su zona rural pero también en la capital, sucede cada año con la llegada del verano y 2020 no podía ser menos. También es verdad que el otoño suele traer la normalidad, como bien se ha visto en los meses de septiembre y octubre, hasta el punto de que en el último mes hay menos desplazados que en el año anterior.

Al hablar de desplazados se hace en referencia a personas que solicitan su correspondiente tarjeta sanitaria para tener acceso a la sanidad durante el tiempo que están fuera de su hogar habitual.

Si situamos el punto de partida en junio, entonces se contabilizaban en toda la provincia de Ávila 6.328 tarjetas sanitarias de desplazados, de las cuales 5.656 procedían de Madrid. El hecho de que la mayoría fueran vecinos de la capital de España es una circunstancia que se repite mes tras mes, lo que es de esperar teniendo en cuenta la cercanía, con zonas de la provincia lindando, y su densidad de población.

Ya en julio hubo una auténtica ‘revolución’ y las tarjetas de desplazados se multiplicaron prácticamente por tres hasta superar las 17.000. De nuevo, más de 15.000 de ellas eran de vecinos de Madrid.

Sin embargo hubo que esperar a agosto para alcanzar el pico máximo de desplazados que supuso llegar a 24.333 tarjetas, con más de 21.000 de la capital de España. Con la situación sanitaria, todo parecía indicar que este año habría más gente, principalmente a los pueblos, y si nos remitimos a los datos lo cierto es que en agosto, en Ávila, hubo 1.000 desplazados más con tarjeta sanitaria que el año anterior.

Con el fin del verano, como siempre sucede, estos vecinos ocasionales que comparten tiempo con los abulenses fueron volviendo a casa y ya en septiembre se vio una primera bajada, aunque aún no muy significativa porque todavía se superaban los datos del mes de julio. Entonces fueron 21.525 las tarjetas de desplazados, siguiendo con la tónica de que Madrid fue el principal emisor, con 18.728 de ellas.

Eso sí, octubre, y ya con el otoño entre nosotros, supuso la reducción definitiva, aunque lejos de los datos de junio. Casi 6.000 personas dejaron Ávila, con lo que el número de tarjetas sanitarias de desplazados se quedó en 15.876, casi 14.000 de ellas de Madrid. Aún así, son cifras más bajas que las del año pasado puesto que en octubre de 2019 el número de desplazados era de 17.535, siempre según los datos de la Junta de Castilla y León.

Si bien es cierto que Madrid se puede considerar la ‘procedencia estrella’ de los desplazados a Ávila, también lo es que llegan personas de gran parte, por no decir prácticamente la totalidad, de la geografía española.

Si tomamos como referencia el mes de agosto, llegó gente de casi todo el país pero destacan las 874 personas del País Vasco, 633 de Castilla-La Mancha o 470 de Cataluña. En la menor proporción se encuentran Ceuta o Melilla, con cinco cada uno.

Y en octubre, hay casi 500 personas del País Vasco o 520 de Castilla-La Mancha. Y Ceuta y Melilla siguen con representación, aunque en este caso aún más baja, 2 y 1 persona respectivamente.