Acercarse al vino de la mano de las 'joyas' de Madrigal

M.E
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Más de 60 personas responden a la llamada del Ayuntamiento de Madrigal de las Altas Torres y Arvacal para asistir a una jornada formativa que puso de relieve la importancia del verdejo de la zona, una variedad «única en el mundo»

Acercarse al vino de la mano de las 'joyas' de Madrigal

Madrigal de las Altas Torres se erigió este sábado en la cuna de los vinos con Denominación de Origen Rueda. Esta localidad de La Moraña acogió durante toda la mañana una Jornada de Iniciación al Mundo del Vino que, además de ofrecer formación e información a los más de 60 asistentes, sirvió para poner de relieve la importancia de los caldos de esta zona, el Ysabel de Madrigal (DORueda) pero también otros vinos de viticultores jóvenes que demuestran que en la comarca se están haciendo bien las cosas en un mundo, el del vino, en auge. 

Así nos lo cuenta Marina García González, la enóloga encargada de impartir esta jornada junto al ingeniero técnico Javier García Martín, ambos de Bodegas González Byass. Un curso que la ponente calificó de «éxito» tanto por el número de asistentes como por el perfil de los mismos y el contenido impartido. «Han venido viticultores de la zona, gente mayor con viñedo propio pero también jóvenes con inquietudes y ganas de informarse porque aquí en Madrigal se están recuperando viñedos viejos para hacer vino y eso es una maravilla», señalaba una «sorprendida» Marina García. A los asistentes de Madrigal, además, se añadieron invitados de La Seca, Serrada y Rueda, pueblos también de la DO, con lo que la variedad estuvo servida.

La iniciación al mundo del vino, la historia de la DO Rueda, las viñas, la elaboración de vinos blancos, los vinos de la zona de Madrigal de las Altas Torres, de Montuenga y Codorniz, las elaboraciones tradicionales y las catas centraron una jornada en la que se dejó claro que los vinos de Madrigal, con ese «verdejo prefiloxérico que es único en el mundo», están «de moda» y tienen «un gran potencial» en producción y comercialización.

La enóloga explicó que buena parte de esa zona se salvó de la plaga de la filoxera que asoló las viñas europeas a finales del siglo XIX por su terreno arenoso, de ahí que el valor de esa uva verdejo  sea «su edad». También hay viñas jóvenes pero «la mayor parte es uva auténtica, original, procedente de viñas de más de cien años que no desaparecieron con la plaga», algo que es muy apreciado. «El mundo quiere esa uva y esos vinos», continuó detallando Marina García, quien valoró que en la zona haya proyectos de «recuperación de ese patrimonio» y que iniciativas como la de ayer sirvan para ponerlo en valor.

Así, los asistentes cataron un vino del Ayuntamiento y otros tres verdejos de productores jóvenes, además de un dorado de Rueda, como símbolo de la tradición de la zona, un oloroso de Jerez, para «comparar», y un rosado de Cigales y sendos tintos de Ribera y Toro,  para completar la gama.

«El mundo del vino está en auge  y la DO de Rueda, patrimonio económico y cultural de esta tierra, se demanda en todo el mundo. Se trata de una variedad versátil, con buen aroma, buena boca y que te permite hacer casi lo que quieras», remarcó la experta.