Unas 20.000 reses inician el regreso a los pastos de Gredos

I.Camarero Jiménez
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Entre 2.500/3.500 vacas harán el camino a pie y el resto, en camiones, apunta el secretario de la Asociación Española de Raza Avileña Negra Ibérica, Pedro Herráiz, quien califica 2020 de «un buen año»

Unas 20.000 reses inician el regreso a los pastos de Gredos - Foto: Belén González

Este año todo es diferente, muchas celebraciones se han quedado en el camino por la covid-19 y entre éstas que no estarán, la fiesta de la trashumancia, ya saben la que cada año se celebra con la llegada del verano, en las postrimerías del mes de junio en el siempre impresionante avistadero del Puerto del Pico. Todo un espectáculo para la vista al que acompaña la imponente calzada romana por la que ascienden paso a paso las reses que hacen el camino de regreso a pie (una minoría, por otro lado). 

Ahora bien, que no haya celebración no significa que los animales, que el ganado, no vaya a hacer el camino de vuelta a la sierra de Ávila, a su Gredos. Los campos, esta vez mucho más espectaculares que el año pasado «que fue nefasto», están esperando, jugosos «espectaculares» para las reses. Así lo afirma el secretario de la Asociación Española de Raza Avileña-Negra Ibérica, Pedro Herráiz. Es el quien cuantifica que en torno a 20.000 ejemplares trashumantes están a punto de iniciar el camino, inminente de hecho es la salida de aquellos que vienen a pie y que como decíamos son los menos. Entre 2.500/3.500 no utilizarán los camiones para el transporte, el resto, sí.

Decíamos al principio que el año pasado fue especialmente malo y éste, todo lo contrario «aunque siempre hay algún ‘pero’» en la maleta, cuenta Herráiz. Lo mejor de todo es que «los pastos tanto abajo (en las dehesas de Extremadura y de Castilla La Mancha, que es el destino de nuestras vacadas en invierno) como arriba no han faltado». De hecho allí aún queda comida, aunque ya se ha empezado a secar «no tanto por el calor como por el aire, que lo seca más», pero queda. «Habría comida para más días». Pero en Ávila están esperando inconmensurables los pastos de la sierra de Gredos que también deben comerse las vacadas. Está previsto que a finales de junio el ganado esté en destino para dar buena cuenta de ello. Y es que la primavera ha sido «muy buena», el año en general.

Decíamos también que siempre hay algún ‘pero’ y ése pasa porque están saliendo «positivos»  de tuberculosis y eso impedirá que alguna de las vacadas pueda regresar. Los positivos vienen del pasado año, por la falta de lluvias, que han propiciado la transmisión de la enfermedad porque las vacadas y animales que son especies cinegéticas y transmisoras de enfermedad han compartido abrevaderos precisamente por aquella falta de agua y se han formado barros que es donde se transmite la tuberculosis. Ésa es la principal pega. Por lo demás todo es positivo. Ahora preparan el regreso inminente, sobre todo aquellos que optan por el camino andando. Tienen por delante 14/15 días de camino, justo para llegar cuando empiece el verano, como es el caso de la ganadería de Diego Torres que echará a andar esta misma semana.

Por lo general los que no utilizan el transporte en camiones y optan por andar son los que vienen de más cerca, sobre todo de Toledo y de Cáceres, los que vienen de más lejos si lo hacen por carretera, sobre todo los de Badajoz, relata Herráiz.

Sin fiesta, pero con actividad. Dado que no habrá fiesta y por mantener el espíritu y las ganas de transmitir lo que es la trashumancia, esa forma de vida ancestral con enorme respeto medioambiental, tienen previsto retransmitir al menos parte del camino y de las actividades diarias a través de redes sociales. 

También habrá opción de participar en un nuevo concurso fotográfico para la ocasión con el que captar las mejores instantáneas del regreso de las vacadas. De todo ello iremos informando.