El Santuario de San Pedro de Alcántara, lugar de frecuente peregrinación, lo es aún más durante el mes de octubre como escenario de dos importantes romerías. Y es que no solo el día grande del patrón de Arenas se celebra en este santuario franciscano sino que una semana antes este lugar también es destino de otra romería en la que participan fieles arenenses y de las vecinas Oropesa y Parrillas. Se trata de la Romería de Oropesa, una peregrinación que los fieles realizan a pie, a caballo o en bicicleta desde tierras manchegas hasta el lugar de veneración del que fuera confesor de Santa Teresa, que este año cumplía su XXII edición.

Una romería en la que se rememora año tras año el último viaje de San Pedro de Alcántara realizó en 1562 a Arenas de San Pedro, pocos días antes de morir y en compañía de sus protectores, los condes de Oropesa, Fernando Álvarez de Toledo y Beatriz Monroy y Ayala, y que este año cobraba especial significado a las puertas de la celebración del IV Centenario de la Beatificación y Patronazgo de este santo, que dará comienzo el próximo domingo 17 de octubre y se prolongará hasta el 19 de octubre de 2022. Además, será el santuario alcantarino el lugar al que los peregrinos acudirán durante este Año Jubilar concedido por el Papa Francisco para obtener la indulgencia plenaria.

Y fue este domingo cuando, de nuevo el santuario volvió a recibir a cientos de romeros que venían desde Parrillas, si bien muchos de ellos iniciaron este recorrido ya el sábado en una peregrinación que se realizó íntegramente por tierras manchegas y que partió desde Oropesa e incluyó parada en Parrillas.

Multitudinaria romería desde tierras manchegasLa llegada de los romeros al Santuario de San Pedro de Alcántara fue, sin duda, uno de los momentos más especiales de la Romería de Oropesa por lo emocionante que resulta concluir esta peregrinación que a muchos les lleva horas. De hecho, es costumbre que lo primero que hacen los romeros al llegar es acceder a la capilla del Santuario para rezar ante la imagen del patrón de Arenas de San Pedro por el que tanta devoción sienten muchos pueblos toledanos.